lunes, 5 de marzo de 2018

Italia, Italia.

O se duerme. Forza Italia. Hermanos de Italia. ¿Conocen al señor de la foto? Es Mateo Renzi, hasta hace nada primer ministro Italiano y candidato del Partido Demócrata. El Partido Demócrata el heredero, del heredero, del heredero, de la secuela, de la secuela, del heredero de lo que un día fue el PCI se presentaba a las elecciones con esa cara. Le han dado bien.
No es posible, pero es posible. Yo no he estado nunca en Italia. Me interesa la política y la política italiana, pero nunca he estado en Italia. Ni siquiera de fin de curso. No tengo amigos italianos, porque Isacco es amigo de mi hermano y vino una vez a comer a casa. No conozco a muchos italianos. No hablo italiano. Leo los artículos que escribe gente que comenta las elecciones y me imagino a gente en un café, intelectuales, universitarios, hablando y hablando, comentando, desde muy arriba, sobrevolando, la realidad italiana. Muy alto. Gente que no se explica cómo puede ser que un país tan... sea luego...
Berlusconi. Esta vez no ha ganado. Nos podemos alegrar. El partido de la derecha más sinvergüenza no ha ganado. Pero ha sido superado por algo peor.
¿Se imaginan que a Puigdemont se le va la olla y vuelve y consigue hacer un partido que convenza a toda España de que no es que no se quiera ir ya, sino que hay que catalanizar España? Esto ya se ha intentado alguna vez. En Italia pasa. El norte no quiere al Sur. El Sur necesita al norte, o no. Como si Andalucía pensara que el problema, su problema, es España. Que Andalucía por sí misma y por la humanidad, podría ser potencia. O digna, al menos. Imaginen que a todos se les ha ido la olla. El partido de la derecha más votada ha sido la Liga, la antigua Liga Norte. El partido que gritaba Roma Cerda. Pero podría haber sido mucho peor. Fratelli d'Italia, los antiguos herederos del MSI, los fascistas, los fascistas de verdad ahora ya no tan de verdad, porque desde atrás viene golpeando Casa Pound, entran de nuevo en el parlamento. No se extrañen, ya estuvieron en el gobierno. Nostalgia del porvenir.
Nostalgia del PCI. Qué partido. El partido al que quería parecerse el PSUC. O el PCI se quería parecer al PSUC. El PCI que se quedó a las puertas del Sorpasso. Ser la primera fuerza. No lo consiguió. Y se autodestruyó. Y ahora no hay nada. Ni socialdemocrácia ni nada. Nada.
El Movimiento 5 Estrellas. ¿Son de derechas o son de izquierdas? No lo sé. Han dado reportajes, han escrito artículos. Supongo que a nadie le interesa decir qué son. Incluso puede que a ellos mismos. Su mensaje parece sencillo. Los políticos son unos mierdas. El poder a la gente. Pero para hacer qué. Sus mensajes, nos dicen, son confusos, a veces parecen radicales otras veces meten la pata con la inmigración. El caso es que han sido el partido más votado en las elecciones. El partido más votado.
Vamos a decirlo otra vez. El Movimiento 5 Estrellas ha ganado las elecciones, partido más votado.
Aquí, tú, joven de izquierdas que quieres buscar una referencia en Italia. ¿Qué votas? Desde luego, puedes hacer voto 'psc' y votar a los demócratas pensando que...pero no. Han habido escisiones. Ya se sabe que las escisiones... nada. Sea como sea, el Movimiento 5 Estrellas, sin tanto intelectual, o quizás los tiene, seguro que los tiene, con un discurso más primario, sin tanto... ellos sí que han conseguido dar el Sorpasso.
¿Qué es el Movimiento 5 Estrellas? La derecha local, cualquier derecha local, nos vende esto como Podemos. Pero Podemos ya se definió y sabemos dónde está.
¿Qué está pasando en Europa? Llevamos ya algunas elecciones en las que el rollo siempre es el mismo. Se presenta un partido que es una amenaza, de extrema derecha, lo que obliga a un voto útil para frenarlos, un voto conservador, de tranquilidad. Y ganan siempre los mismos. Los conservadores.
Partidos que no se sabe lo que son. Ciudadanos jugando a no ser y ser. El partido de Macron que es todo y nada a la vez.
Italia. De derechas o más de derechas. O hasta las pelotas de todo sin querer saber. El fantasma del fascismo. La extrema derecha de la Liga tendrá el primer ministro. No pasa nada. Partidos que no son partidos. Dicen que en Italia empiezan a poner en las puertas de los antifascistas, pegatinas señalándoles. Todo muy normal.
Y mientras tanto, aquí, una burbuja. Partidos que apuestan por el orden. O por más orden. O por mandar a la mierda el 'orden' patrio para establecer un nuevo orden patrio. Y mientras tanto, da la impresión de que no importa el gobierno. De que realmente no gobierna nadie. Y me estoy dejando lo de Alemania. Eso ahora, en un rato.
Durante una época, Silvio, el mítico Silvio, el sevillano, no el cubano, en sus conciertos o en los conciertos de Smash, se dedicaba a gritarle al público 'Italia, Italia!'. Él quizás no sabía porqué, el público ni idea... eso es Italia. Nadie sabe nada.

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