viernes, 22 de diciembre de 2017

Crónica de una jornada electoral en #SantaColoma. De derechas.

Cosas a tener en cuenta. Guillem me cuenta la última de Stars Wars. Mi pregunta es sencilla ¿Muere Luke? Guillem sabe torearme, como sabe torearme todo el mundo, y pese a su juventud es capaz de decirme que sí y que no a la vez. Luke parece que muere, pero no muere.
Comienza la jornada electoral. En el Fray Luis. Hay gente en la puerta esperando para abrir. Hay mucha gente haciendo de apoderado. Ha venido gente de fuera de Santa Coloma a hacer de apoderados de ERC. Vienen de lejos a comprobar que las elecciones son limpias. Y si nosotros somos limpios, supongo. Gracias por venir. Hay muchos apoderados de Cup, casi todos los conocidos. También a comprobar que el recuento que han hecho y al que han asistido mil veces, es legal. La Tere Franco me dice que la carpeta nosequé. Le cuento que tengo un callo en el pie. No hay interventores del PSC. Algo pasa. Hablo con el Cuenca y el Fuentes. De Ciudadanos, que parece que va a ganar las elecciones, no hay casi apoderados. Viene el Salva Tovar y nos hace la foto para... lamentable. Del PP no hay nadie. Nada. De los nuestros estoy yo y poco a poco va llegando más gente. A las once y pico me voy a dar la vuelta reglamentaria por el Salvat Papasseit, el Rosselló Pòrcel, el Beethoven y el Ausiàs March. Está claro que Ciudadanos va a ganar las elecciones, incluso en Santa Coloma. Y así es la cosa. 
El PSC está raro. No ha ganado en Santa Coloma en las tres últimas. En estas además ha perdido de bastante. Núria Parlon no ha aparecido para hacer campaña. Pero ay, ya sale la gente a decir que 'hay que parar a Ciudadanos' votando a Parlon. Y todo seguirá igual. Y los revolucionarios cambiarán la piel. Una vez más. Todo igual.
Oh, Santa Coloma de Gramenet! Oh, Ciudad Roja! Oh, Cinturón Rojo! Por primera vez en unas elecciones de cualquier tipo desde la llegada de la democracia, gana un partido que no es ni ficticiamente de izquierdas. Ficticiamente.
Ficticiamente, construir relato, diagnóstico, espacios de desarrollo, postverdad. Creo que debemos hacer una reflexión. Debemos dejar de reflexionar tanto. Los que han ganado no han querido reflexionar nada. Los que han ganado no interpretan las cosas en un sentido figurado. Los que han ganado no quieren mensajes que requieran una doble lectura. Los que han ganado la quieren al pie. Los que han ganado han votado a la derecha. No son más tontos, no son más listos, no son de ninguna manera. Simplemente, somos un país conservador. Como todos los países del mundo. O no. O somos un país que quiere cambio. ¿Pero ese cambio quiere ser de izquierdas? Pues igual no. Es posible que no. Y eso da miedito, amigos. Y amigas.
En los colegios electorales se nota que va a ganar Ciudadanos y que ERC va a subir en Santa Coloma. Con mi ojo crítico, vaticino que si esto está pasando en Santa Coloma, ERC va a ganar las elecciones. Pero tengo un as en la manga, durante semanas he estado diciendo que eso de que va a ganar en Catalunya ERC no se lo creen ni ellos. Que va a ganar Convergència, Puigdemont, el PDecat, la derecha. Bufandas amarillas, lacitos amarillos, la pena negra. Y el que está en el talego, en el talego está. Pero el President ha salido en la tele todos los días y tus segundas espadas no son lo mismo. Y la izquierda verdadera, anticapitalista, revolucionaria, patriótica y antisistema a la vez, ha dicho tantas veces que va a votar a Puigdemont como president que para qué les vas a votar para otra cosa. Todo el poder para los soviets. Que habrá jóvenes que persistan en la fantasía, pero los más así de las bufandas, van a caer. Y cayeron.
Nosotros. Soy desordenado, porque somos así. Nosotros hemos sacado ocho diputados. Nosotros hemos quedado cuartos en Santa Coloma. Nos decían 'no sois claros', 'sois independentistas', 'sois unionistas', 'no sois nada', 'os estamparéis'. Nos decían. Bueno. Somos los que somos. Ha subido la participación, los votos, todo, y aquí estamos. Todavía hay gente que confía, para algo, en nosotros. Pero qué somos. Todavía somos cada uno de nuestra padre y de nuestro madre. Y ni en eso sabemos si somos de alguna parte. Pero sabemos que tenemos que ser. Y eso se arregla, y seguro que hay mucho politólogo que sabe más que yo, viéndonos más. Todos juntos en un sitio. Y haciendo cosas todos juntos. Regularmente. Y hablarle a la gente como si supiéramos qué es la gente. Otros lo saben. Nosotros lo sabemos. Pero no sabemos qué somos nosotros. De todas maneras, somos tan malos, lo hacemos todo tan mal, hemos colaborado con el fascismo tan así y somos tan poco Albano que me parece que sacar ocho diputados es un éxito. Un éxito clamoroso. Y no estoy nada triste.
Por la tarde, después de comer, voy al Torre Balldovina. El colegio donde voto. Ahí está el Carlos, en la mesa, y están el Lacasta, el Domènech, la Alicia y el Abel. El Abel es la primera vez que hace de apoderado. Conoce a la mítica interventora socialista que besuquea a todos los votantes, a los hijos de los votantes, a los vocales de la mesa, a los presidentes de la mesa. Y no nos besa a nosotros porque no nos ponemos a tiro. Y reparte bombones a la mesa. Y, en fin. Ya da igual.
¿De qué estaba hablando? De la jornada electoral o de los resultados electorales. Ha ganado la derecha. Parece que está claro, pero no parece que se quiera asumir. Ciudadanos, Junts per Catalunya, PP. Partidos que comparten una visión. Si no se quiere ver que JXC es así, entonces tenemos un problema. La derecha ha ganado. Por mucho que digas que ha ganado la República, que CDC iba a desaparecer. No ha pasado. Hay más derecha que nunca. Y menos cambio que nunca. Y lo sabes. Aunque me quieras contar otra cosa con publicaciones con fondo rojo. Y ERC quedándose un poco en tierra de nadie, en su tierra. Y el PSC que venía de proponer la vuelta al pasado y a la nada, ha subido uno. En Santa Coloma (no recuerdo lo que escribo) ha clavado resultados. Hay más de 14.000 votantes socialistas salga el sol por donde quiera. Y nosotros. Y la Cup. Es decir, votos de izquierda... pues... ocho diputados.
Y Santa Coloma. Mucha gente ha votado a Esquerra, supongo que para concentrar el voto indepe. Es la tercera fuerza. No sé lo que he contado ya y lo que no. La gente iba a votar a Ciudadanos porque éramos indepes. Y ha votado a ERC porque no éramos 'revolucionarios'. No lo he dicho. Somos los comunes. Lo importante es participar.
La chica que hace el recuento en mi mesa, la presidenta, dice que el sello, hacer pam, pam en el papel le da una sensación de poder que le gusta. No debería finalizar el recuento nunca porque esa chica nos tiene a todos con los ojos así. Qué sin parar de decir cosas. Ha venido muchísima gente a votar. Fotos votando, fotos con los compañeros. Nos hemos comido un pollo a l'ast en el local. Otras veces hemos estado más así, pero en estas estábamos como más sueltecitos. Porque lo estábamos viendo. No nos iba mal, pero veíamos que iba a pasar lo que pasa.
Luego por la noche ves que la gente 'no se puede creer' que gane Ciudadanos.
Que qué mal. Qué mal todo.
Se pueden creer que gane Puigdemont. Pero Ciudadanos no.
Pero vamos a ver. Si lo reduces todo a 'es una idiotez hablar de pantanos, porque ahora tenemos que hablar de otra cosa'. Si lo limitamos todo a la banderita. A qué equipo defiendes. Pues parece que la gente lo tiene claro. Y nuestra propuesta de país parece muy complicada. Y la suya más fácil. España unida. Igual que otra gente piensa que Catalunya son ellos y solo ellos. Y el President.  Y su partido. Y tú no. Es muy fácil decir que unos son más tontos que otros. Que los que votan Ciudadanos son ignorantes, analfabetos. Pero el que diga eso no es de izquierdas. Ni de lejos.
Ser de izquierdas significa querer a la gente. Y querer a la gente es entender que la gente es conservadora. Que quiere lo fácil. Que cuando quiere cambio quiere cambio sin tocar demasiadas cosas. Y nosotros proponemos...
Pero claro. Nosotros hemos ganado dos elecciones generales... hablando de otra cosa.
Estábamos contando los votos y a medida que iban saliendo los resultados de los recuentos, entiendes que el mundo ha cambiado. Que todo ha cambiado. Que debemos salir de donde estábamos y hablar de lo que fuimos. Ahora somos otra cosa. Igual siempre lo fuimos.
Una foto de la pila del colegio Torre Balldovina. No es una foto de un lavabo, como pudiera parecer. 'Foto del lavabo para decir que el resultado es una... '. No. Es una foto de una pila. Para lavarnos las manos. En el comedor del colegio no hay enchufes. La chica de la mesa, la actriz, nos dice que es por los niños, que no metan los dedos. Todo el mundo sabe de todo y con razón.
Y yo hago análisis electorales y los suelo acertar. Pero otra cosa es convencer a alguien de que vote lo que tú quieras. Eso no lo sé hacer. Mucha foto, mucho texto y mucha historia. Pero la realidad es otra.
La realidad es que hay gente que sí que sabe hacer que votes lo que quieras, que dejes de hablar de derechos y hables de tu país. Que consideres idiotas a los demás.
El Benju este año no ha venido a hacer la ruta con el coche por los colegios. La hemos tenido que hacer andando. No hemos visto los coles de Singuerlin. Seguramente sería lo mismo que los otros.
Hoy hemos ido a descolgar los carteles. No estábamos ni medio jodidos.
En la película de Stars Wars Luke parece que muere, pero no muere. Pues eso.
Siempre hemos estado ahí y siempre estaremos. 

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