viernes, 24 de noviembre de 2017

Miscelánea

Hay canciones que llegan en un momento y que parece que las has estado esperando toda la vida. Una catarata de frases con mucho azúcar. Sea como sea, hay una canción de los Modern Lovers, que en realidad es una canción de Jonathan Richman el solito porque sale a capela prácticamente y de hecho no sale en el disco de los Modern Lovers sino que sale en algún descarte o en algún bonus track o algo así. Una canción que así escuchada tiene su qué pero que no es lo que es hasta que no escuchas la versión de los Galaxie 500. Y ya no puedes dejar de escuchar esa canción, y la tienes en la cabeza y va saliendo de vez en cuando a lo largo del día y sobre todo, no sé porqué, por las mañanas. Una canción que se llama 'No dejes malgastar nuestra juventud', pero que en toda la canción no se dice ni una vez, en la canción se dice 'no dejes que se malgaste'. Es una canción de una letra terrible pero que cuando la canta Jonathan Richman, como la canta él, no se sabe si da pena o no da pena. Ahora, cuando la canta Dean Wareham, ya sabes qué es lo que te tiene que dar. Y tiene unos guitarrazos muy gordos. Y mola mucho. Y no la voy a poner, voy a poner la original.

Ha sacado nuevo disco Charlotte Gainsbourg. La leche. No lo sabía y me enteré el otro día escuchando la radio y lo pusieron así como de refilón y dije... es Charlotte. Me encantó el disco que hizo con Air y me medio moló el disco que hizo con Beck. Es la hija de Jane Birkin y de Serge Gainsbourg. Como quien no dice nada. Podría no hacer nada, pero Charlotte Gainsbourg a mí me mola, me gusta cuando sale en las pelis, me gusta cuando canta. No me he preocupado en saber con quién ha hecho el disco esta vez. Solo sé que lo poco que escuché el otro día en la radio me gustó. Es un poco eso, como que me da igual. Me da igual, si lo hace este, pues me gusta, y así. Y no me complico mucho más. Me parece que todo tendría que ser así. De hecho ya es así para todo el mundo en casi todas las cosas. Quién lo ha dicho. Es verdad. Tanto rollo para acabar siendo convencidos siempre por los mismos por lo mismo. Porque lo ha dicho este. Y de este me fío. Un creador de opiñón. Si lo canta la Gainsbourg me da igual si suena finolis o es música para pijos, a mí me gusta y ya puede salir el sol por donde quiera. Y a vosotros os pasa igual lo que pasa es que no os atrevéis a decirlo, porque el vuestro no canta. Y canta peor.

A veces me doy angustia. ¿No os ha pasado? A veces creo que tengo una sensibilidad tan así, tan superficial, tan de amor, que me dan ganas de vomitar. Me tengo angustia. Me tengo a veces un poco de dentera, de asquete. Me veo o me oigo y me digo, ay, qué asquito que me tengo, por favor, tan así. Tan carameloso, tan bueno, tan sensible, tan llorón, tan de hacer así y abrazarme y decir, ostia tío, es que eres una persona que pareces tan completa, tan versátil, que eres capaz de conjuntar en una sola persona tantas cualidades, te preocupas por los demás, estás implicado, participas, organizas, distribuyes, sacas los córners, tienes una zurdita que ni Maradona, eres sensible, cantas, bailas, recitas, estás en todas partes. Eres una persona que, joder, tío. A veces, cuando llego a casa por la noche, cuando me enfrento a la soledad en mi habitación abrazado a unas almohadas de Ikea de esas blandurrias que no son ni almohadas ni mierda, pienso, y de qué vale todo eso. De qué vale ser una persona tan grande, de qué vale tener todo este corazón si no es uno más que una gota de agua en un océano, si no eres nadie comparado con las masas gigantes de gente, de pueblo, de los humildes, de los que todos los días... y me doy ganas de vomitar otra vez.

Todos los días, más o menos a esta hora, no hago lo mismo. Varío. No sabéis a qué hora escribo esto así que no tenéis ni idea de nada. Hasta ahora no he dicho nada de vosotros. No, hasta ahora me he ido conteniendo y no he dicho nada de lo que pienso sobre vosotros. Y ahora, en este momento, que vosotros no sabéis qué momento es, me parece que ha llegado la hora. Me parece que ya está bien. Ahora es la hora, ahora viene el gol. Lo que opino de vosotros es que voy a salir a fumarme un piti y ya luego cuando entre otra vez. Y así todos los días. Todos los días posponiendo el veredicto. Todos los días emitiendo una sentencia dilatoria. El año pasado, por estas fechas, era veinticuatro de noviembre y no me acuerdo de nada que no haya salido en Facebook. Da igual. Podríamos mirar cualquier otra fecha. Me gustaría decir lo que tengo que decir sobre vosotros, pero no me atrevo. Porque me da angustia. Una angustia que no es equiparable a la angustia que le puede dar a un ser humano normal que cree que tiene algún talento o alguna cosa, un algo. Lo que sea. No sé. Esta mañana, me he levantado con un miedo atroz a coger frío y se había caído el tenderete de la ropa tendida y tenía que salir a recogerlo. Llevaré calzoncillos sucios toda la semana. He salido por obligación. Pero todavía no he dicho nada sobre vosotros.

Le llamaban camarada fichero porque se limitaba a ir haciendo, la tarea ingrata de ir apuntando los nombres, memorizando quién estaba allí y quién venía de allá. A quién se tenía que enviar allí para hacer nosequé. El que llevaba el tema aquel. A este lo pondremos a hacer esto. Al otro lo otro. Encárgate tú de decírselo. Yo estoy muy ocupado leyendo este libro sobre... yo estoy muy ocupado escribiendo un blog. Un blog en el que doy mi opinión, una opinión que luego expongo muy brillantemente en una ruñón. Y mientras tanto el camarada fichero va apuntando, y organizando, y recogiendo nombres y formando un grupo de gente que va viendo que el brillante orador no sirve realmente para nada más que no sea que para lucir en un discurso precioso, pero que si no es por el camarada fichero, ahí no hay nadie que tenga dos dedos de frente. Se necesita organización, una ruñón, una nueva ruñón, y no tanto discurso brillante y no tanto tanto. Enseñanzas extraídas del gran libro que me he leído. Lees libros que te enseñan cosas. He leído el libro pero no estoy organizando nada, así que ya estamos en las mismas. Hay que mandar un mail, ya lo mando yo.

Estoy entusiasmado con la idea. Estoy asustado con la idea. No tengo ni idea. Me gusta que vayamos a participar todos en esta fiesta de la democracia y que todos nos esforcemos en trasladar la idea de que somos garantía del orden. Orden y democracia. Nosotros somos los que garantizaremos que haya orden. Implementar. Chupito. Implementar. Implementar. El pueblo, la gente hecha pueblo, corriendo a buscar en los diccionarios Iter la palabra implementar. Vamos a utilizar el resultado de estas votaciones para implementar. Implementar. Chupito. El relato. Ahora se trata de implementar. Relato. Está hecho, es simple. Vamos a ver. Vamos a ver cómo lo hacemos. Juntemos los cachetes de las caras así. Implementar. Orden. Dejémonos de experimentos y regresemos al vientre de la madre tierra. Regresemos al convenio colectivo que hemos conseguido rebajar en un nosecuanto pero que no ha sido tan malo porque... regresemos al pacto y al consenso y al vamos perdiendo pero acuérdate de lo que ganamos y la memoria de los mártires. Y los miércoles. ¿Porqué vamos en este carro sin frenos? Técnico municipal en gestión de ojos de papel caídos en el suelo. Es que a veces, de verdad, me se pone una cosa aquí...

Muy bien. Recuerden que hay cantidad de cosas que se pueden hacer este fin de semana, sin dinero. 

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