jueves, 4 de mayo de 2017

Aurora


Mi prima Aurora me sacó del bar del Frederico y me dijo que teníamos poco tiempo. Que ya habíamos mucho tiempo. Que tenía muchas ideas sobre el tiempo. Yo también tengo muchas ideas sobre el tiempo. Mi prima Aurora ha cambiado mucho a lo largo de los textos. A veces se parece a una persona y a veces se parece a otra persona, pero nunca se parece a mi prima Aurora. A medida que me iba empujando hacia el lugar al que nos dirigíamos para terminar de aclarar las cosas que pasaban en Villastanza de Llorera, la iba viendo cambiar. Mantenía siempre un mismo tono, un mismo perfil, una misma línea argumental que está completamente perdida en estos momentos. No hace falta que hayas leído nada antes, no te tienes que preocupar por eso. Ahora de lo que te tienes que preocupar es de que no se te olvide que estamos aquí y que estamos llegando al final. Muy al final. Muy a la pared. Muy tocando ya la chapa del final del todo. Ahora te tienes que fijar en tu prima Aurora y saborear el nombre. Aurora. Aurora. Amanecer. Aurora. Despertar. Aurora. No muevas los brazos así como si estuvieras haciendo el gilipollas, porque parece que estés haciendo el gilipollas y no hace falta. Aurora. Aurora. Despierta. Tenía todo un sentido y no era el de ver a tu madre volar, el de ver a mi madre volar, que ahora soy yo, no. Era la Aurora, Boreal. La hija de Aurora se llamaba Boreal. Era en otro cuento, era yo muy diferente a como soy ahora, más sereno y templado, me parecía tanto a lo que quería ser que me asustaba. Aurora me lleva hacia un recodo del camino, hacia una esquina, hacia un apartado que seguramente conoce la persona que me llevó al bar del Frederico y ahora sé que incluyendo esto estoy haciendo perder el hilo, seguro, de lo que estábamos leyendo entre todos. Salto de línea.
M prima Aurora no se anda por las ramas esta vez. Esta vez (esta vez) me hace avanzar de una manera como no me había hecho avanzar nadie antes. Deprisa. Llegamos al sitio. Yo recuerdo haber salido de mi casa por la mañana. El tiempo pasa de otra manera cuando todo es mentira. Ahora es de noche otra vez. Villastanza de Llorera no es tan largo. Como todos los pueblos, como las ciudades de pequeño tamaño, comenzaron por arriba y se acabaron extendiendo hacia abajo. Comenzaron en la defensa y se fueron extendiendo comiéndose las ciudades del calcolítico que encontraron a su paso. Estoy volviendo a hacer lo mismo, no sé acabar la historia. Qué angustia. No os acordáis de nada, os pasa como a mí, habla otro y no le prestáis atención. Os pasa lo que a mí. Estabais leyendo esta historia hace tiempo y estabais pensando en alguien, en un acto, en vuestra prima Aurora. Mi prima Aurora me ha llevado al lugar en el que debe acabar todo.
Es una casa, está llena de gente. Hay una fiesta. Nos vamos a reír mucho cuando todo esto termine.

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