lunes, 23 de enero de 2017

Una noche con el President Puigdemont #JoPreguntoTv3


En una noche fría como la de ayer, con un viento helador, con las macetas rodando por la terraza, qué mejor que un espacio televisivo de dos horas y pico de duración escuchando las respuestas del President Carles Puigdemont a las preguntas de diversos ciudadanos del país, la comunidad, la autonomía, la patria o el país, según lo queramos llamar.
Al parecer, a posteriori, se puede dividir lo que vimos ayer en dos partes. Una, consistente en diseccionar a los que participaron como preguntadores en el debate. Mientras lo estaba viendo, intenté no estar muy pendiente del móvil, del Facebook o el Twitter, para no perderme nada o dejarme influir por lo que dijeran mis opinadores de cabecera. Así, me perdí el hecho de que algunos, que no todos, de los que preguntaban tenían una significación política previa a su condición de preguntadores, cosa que al parecer les deslegitima, o al menos, les señala como sospechosos de no representar a 'la gente'. A la buena gente. Entre los señalados, un antiguo cabeza de lista de Iniciativa (puaj), un portavoz de 'els Comuns', así como representantes de Societat Civil Catalana y una chica joven que fue interventora de Ciutadans. No lo dijeron, no lo apuntaron en las presentaciones, pero todo se sabe en esta vida.
Dicho esto, mientras estaba viendo el programa, tenía la sensación de que si aquel elenco de preguntadores era un reflejo de la sociedad del país, no sé cómo narices seguimos teniendo un President de derechas. Porque, más o menos, la línea de las preguntas era (y espero no pillarme mucho los dedos) el reflejo de un país 'de izquierdas'. La mayoría de las preguntas, por no decir casi todas, hacían hincapié en un tipo de modelo económico que se presenta como injusto a todas luces, lo gobierne el estado español o lo gobierne un equip de govern bussiness friendly. Becas universitarias, modelo industrial, territorio, política cultural, pequeño comercio, reformas laborales, los recortes en sanidad, un Procés que se eterniza en el tiempo y que pareciera más una cortina de humo que otra cosa, falta de 'desobediencia'... esto lo podría firmar cualquiera. Incluso algunos preguntadores, que previamente alababan la figura del President y se situaban 'a su lado', repartían críticas de las que el President salía con un discurso...
Luego, claro, te enteras de que debe haber habido algún tipo de complot por parte de la tele pública que es de ERC para dejar mal al President y que el sesgo de los que opinaban... pero es que resulta que el proceso de elección de la gente que preguntaba era bastante abierto y, no estaba predeterminado tanto por el canal, como por los propios participantes. Pêro al parecer, la buena gente del país, no se sintió especialmente representada. En fin.
La otra parte, las respuestas. Las respuestas. A inquietudes concretas, respuestas que si nos las da Mariano Rajoy hubiéramos estado chillando de risa. Más o menos lo mismo de siempre. Que me preguntas por la industria y la desindustrialización, te respondo con que la industria es muy importante y estamos trabajando en ello para... que me preguntas por Tarragona y les Terres de l'Ebre, te respondo que Tarragona es muy importante y que si algo pasa es porque el corredor del Mediterrani (la culpa es de otro), nos tiene matados. Que me preguntas por la educación, te digo que el futuro está en la educación, que me buscas las vueltas con la concertada, te digo que la concertada es necesaria, que una educación de calidad, etc. Que me preguntas por la sanidad, te digo que vamos a aprobar unos presupuestos que van a aumentar el gasto en sanidad. Que me preguntas por el Procés que tiene pinta de que no vamos ni para atrás ni para delante, te respondo que todavía estamos ahí y que el futuro será maravilloso. Que te pregunto por la reforma laboral, respondes que bueno, con los votos que tienen ahora poco pueden hacer.
Me volvió a recordar un poco la estrategia argumental que una vez Josep Rull dio en la misma TV3. En Catalunya, salvo el PP, no hay partidos de derechas, o al menos, partidos que defiendan un modelo económico liberal. Que si algo así había sucedido, era porque España obligaba a aplicar estas políticas. Que en una futura República Catalana, todos seríamos como poco socialdemócratas. El President Puigdemont llegó a decir ayer que en una futura República Catalana no habría puertas giratorias y que estas eran las culpables de las subidas de las tarifas. Se nos va de la manos.
Un discurso peligroso a veces, como identificar todo lo malo de la política, la corrupción sobre todo, a 'lo español', que queriendo huir de lo clásico, se parecía mucho a lo de siempre. De tan bueno que quería ser, no era ni bueno ni malo ni interesante. Daba la impresión de que quería quedar bien, esquivando las cuestiones peludas que le ponían delante con dos o tres respuestas tipo: a) poco puedo hacer yo si el Estado español no me deja b) si aprobamos los presupuestos, todo irá mejor c) somos los mejores.
Hubo momentos remarcables, como la intervención de Joan Gil de Manresa, que primero aparece en un esbart con pinta de bon minyó y repartía unos zascas de asustar (en la foto), la señora mayor que se acabó descubriendo como representante de SCC y que cuando hablaba provocaba murmullos entre el público y la chica joven que ídem. Gente que hablaba de los refugiados y que era contestada con un 'es que no nos dejan' y más a o menos así todo el rato.
En fin, que la sensación es que no explica uno cómo puede ser que nos gobierne o que el President sea de derechas o por decirlo de alguna manera, liberal, mientras que la mayoría de la gente no lo es. Ni siquiera dentro de la formación por la que se presentó o por la que le eligieron. No lo entiendo. Pero es lo que hay. O será que no somos tan de izquierdas y lo de ayer fue un espejismo.
Uno no sabe ya qué pensar.
¿Qué quedó claro entonces? Pues que eso. Que la CUP apruebe los presupuestos o si no esto yo no sé. Y lo demás, pues qué quiere que le diga, la política es muy así.

1 comentario:

  1. Mire, no me interesa la política. La aborrezco de hecho. Pero una no es impermeable al mundo en el que vive.

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