sábado, 3 de diciembre de 2016

Viva el PSUC. Viva el futuro.

Es muy posible, es seguro, que cualquier cosa que diga la Montse, a quien vemos recogiendo un recuerdo para quien fuera su compañero Alejo Castellanos ya fallecido, tenga mucho más sentido y sea mucho más auténtico que lo que pueda decir yo sobre el acto de ayer. Pero no lo puedo evitar.
Ayer Iniciativa per Catalunya en Santa Coloma organizó un acto en la Biblioteca de Singuerlín para conmemorar los 80 años de la fundación del PSUC y, de paso, reconocer a algunos militantes históricos que nos han ido abandonando en los últimos años. Seguro que no estaban todos, la lista se redujo a unos ocho o diez, porque si algo ha tenido el PSUC y cualquiera de las organizaciones que surgieron de, derivaron de, o continúan con, son militantes abnegados y abnegadas, gente que se deja la vida, prácticamente la vida entera, luchando por un ideal.
El acto consistió en una primera tanda de intervenciones a cargo de Andreu Mayayo, historiador y militante del PSUC primero e Iniciativa después, y de Chema Corral, que fuera militante de PSUC primero, PCC después, vuelta al PSUC y finalmente Iniciativa. Después, se entregaron una serie de litografías con la pintura de Tàpies a los familiares de los militantes fallecidos. Especialmente emotivo este momento ya que se iba desgranando por parte de Loli Gómez y Ferran Saro -conductores del acto- una pequeña biografía de cada uno de los homenajeados. Y no son biografías cualquiera, no. Son vidas de personas que se la jugaron, pero de verdad, no poniendo un twitter gracioso o haciendo un post en un blog. No, estamos hablando de jugarse la vida, de recibir hostias, y de, ay, también recibir más de un desengaño. Y sin embargo, allí estaban. Todos. Los que militaron en el PSUC hasta el 81 y se fueron al PCC cuando la dolorosa escisión. Los que fueron del PSUC, de Iniciativa, pero cuando el PSUC dejó de funcionar del todo, se fueron al PSUCViu, o a EUiA. Los que siempre fueron del PSUC y también de Iniciativa. En el acto, estaban representados todos ellos y también los suqueros que nunca tuvieron el carnet. También quienes, por temas de edad, no militaron en el PSUC pero sí en las organizaciones que le siguieron, bien Iniciativa o EUiA. Incluso quienes pasaron a organizarse de otra manera, en otros ámbitos, en Asociaciones de vecinos, en plataformas varias, en otros movimientos. Imaginen así, el mar de lágrimas cuando se iban desgranando las biografías de personajes casi mitológicos como el Alejo, el Cano, la Rosario... entre el público, alguno de ellos todavía vivo, con la barba blanca porque le da la gana como el Téllez, sigue dando guerra. Y mucha.
Tras los reconocimientos, un nuevo turno de palabras, a cargo de Orencio Osuna, activista y escritor que viviera en Santa Coloma los años de la Transición, también militando en el PSUC, Dolors Camats, que fuera coordinadora de Iniciativa per Calunya, y Alexandra Sevilla, actual coordinadora local de Iniciativa junto con Jonatán Fornés, que cerró el acto con las palabras que titulan esta pequeña crónica: Viva el PSUC. Viva el futuro.
Fue un acto sencillo, emotivo, en el que no se quiso dejar de lado, pese a ser un acto de partido, a ninguna de las sensibilidades que habitaron en el PSUC hasta que pudieron habitar. Fue un acto de recuerdo. De recuerdo y también de futuro.
Como dijo Alexandra Sevilla, era un acto de reconocimiento, de poner al servicio de la gente la historia del Partido, de reconocimiento de su lucha por la democracia y del trabajo de transformación realizado desde los ayuntamientos en tantos municipios como el nuestro propio (imposible no dejar de recordar a Lluís Hernández aquí, nuestro alcalde), pero también para hablar del futuro. Porque, como bien dijo, vivimos momentos en los que, como en 1936, estamos bajo amenaza. Entonces era necesario unirse para combatir al fascismo, hoy el fascismo llama a la puerta y es la hora de construir una alternativa que haga frente y que también demuestre que puede transformar.
Para ganar, dijo, necesitamos unirnos. Para transformar la sociedad, necesitamos unirnos. Y de eso se trata. Recogiendo las experiencias de todos y todas los que estuvieron ayer en la biblioteca de Singuerlín, que fueron muchos y muchas, junto con las de otra mucha gente que nunca militó en nada, que simplemente se ha cansado de esperar a que lo de siempre acabe sirviendo para lo mismo, construyamos entre todos algo que (y aquí hablo yo) no sea simplemente un nuevo PSUC, o una nueva organización más que... no nos quedemos con eso, porque puede que acabemos repitiendo aciertos, pero también errores.
Construyamos algo plural, algo abierto, algo que sea creible. Recogiendo todo lo que fue el PSUC. Recogiendo todo lo que pueda sumar todo el mundo, comunista, ecosocialista, socialdemócrata, vágamente de izquierdas, cristiano, anarco, indignado, formado o sin formar. Un PSUC del siglo XXI. Y más.
A la misma hora del acto, la PAHV convocaba una manifestación para reclamar terminar con la pobreza energética. Hay motivos más que suficientes para construir una alternativa real.
Necesitamos la historia. Pero queremos el futuro. Y el futuro se construye ahora.

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