martes, 4 de octubre de 2016

The Beatles - The Beatles

El puto disco blanco de los Beatles. Los Beatles tienen muchos discos, todos muy buenos. No hay ni un disco malo. Quizás podríamos hablar del Yellow Submarine y de esa parte sinfónica que nadie ha escuchado jamás, pero claro, en ese mismo disco tienen la de It's all too much, por ejemplo, y solo con eso ya ganan a buena parte de los millones de grupos que hacen música por esos rincones del mundo. Estamos hablando del puto disco blanco de los Beatles. Estamos hablando de la música y del final de la música. Estamos hablando de cuatro notas que se juntan y dicen, vamos a terminar con esto, hacemos ya toda la música y nos vamos. Luego siguieron, hicieron el Let it Be y el Abbey Road, que no son más que dos discos más del puto disco blanco de los Beatles. Estamos hablando de un doble disco que es el fin definitvo de la música. Después del disco blanco de los Beatles, del puto disco blanco de los Beatles, lo que hay es una lucha desesperada de la música por seguir adelante de alguna manera, de continuar de alguna manera, hacia detrás o hacia delante, haciendo lo tan exquisitamente bien, tan largo y tan grande como se pueda o bien haciéndolo corto, mezclándolo con otras cosas. Estamos hablando de la música, la música rock y la música pop, naturalmente, no seamos tiquismiquis (teodorakis) y queramos ver donde... oye, pues también. Música concreta en un disco de pop, música contemporánea en un disco de rock, el final de todo.
Un disco en el que los cuatro notas se permiten el lujo de regalar el campo. De decir, la primera canción va a ser de chufla, para que veáis que vamos tan sobrados, que tenemos preparada una que no os la imagináis. Será inútil ir describiendo canción a canción. Sólo apuntar que empiezan con Back in the USSR, que es una canción que no recordarías si no la hubieran hecho ellos y luego ya... Dear Prudence y Glass Onion. Y a partir de ahí, todo. Y en esas dos canciones ya dicen muchas cosas, sobre todo en Glass Onion, dicen que bueno, que sí, que todo lo que habían cantado y lo que van a cantar... pues que igual es otra cosa. Pero que bueno, cada uno que lo mire como pueda.
Tenemos desde canciones chorras, canciones muy chorras, canciones absolutmente chorras, a canciones duras, las canciones más duras, las canciones más salvajes, las canciones más sensibles, las canciones más ñoñas, las canciones más sentidas, las dedicadas a la madre, a los dulces, a las sustancias, las dedicadas a querer estar muerto, las dedicadas a la revolución sabiendo que la revolución ya no es la revolución y que me puedes contar y encontrar dentro o fuera, según el día que me levante. Tenemos canciones muy luminosas, y canciones muy oscuras. Canciones que celebran la vida y la fiesta y canciones de estar muy cansado y no tener ganas de nada. Canciones para estar muy enamorado o canciones para pedir que por favor, que no pases de mí. Canciones de heavy metal y canciones con la guitarrita, canciones. Canciones para hablar del pasado que quizás no existió en ninguna parte, o canciones para hablar de una revolución que no va a entender nadie. Canciones para hablar del sexo sin hablar y de hacerlo en cualquier parte o canciones para enviarnos ya a dormir.
Canciones en las que está todo. Puede haber otros discos muy bonitos, más sentidos, más bien tocados, más bien cantados, más directos, más rabiosos, más salvajes, más profundos, más oscuros, más blancos, incluso más blancos que este.
Pero no hay ningún disco como el puto disco blanco de los Beatles. Porque cuando por una casualidad un día, después de algún tiempo, vuelves a tener la tentación, caes y entras en la red. Y te encuentras silbando por la calle Sexy Sadie, o peor aún, cantando Sexy Sadie por la calle como si la vida fuera una maravilla de esas que anuncian por la tele o salen en las series de televisión de pago. Y no hace falta conectarte con nadie pero si lo hicieras, sería para decirle a alguien, a ese alguien, 'dear prudence, want you come out to play...'. Eso.
Es un disco para preguntarle a alguien si se viene. Si se baja a jugar. A disfrutar un rato. Donde hay gente. Es el puto disco blanco de los Beatles, donde está todo.

2 comentarios:

  1. Los Beatles me han dado siempre un poco de pereza. Y además, no tengo nada en contra. No sé, es raro.

    ResponderEliminar
  2. Bueno, lo he puesto a descargar. Pa que vea que lo tengo en consideración, a ud y sus aficiones enciclopédicas (fútbol y política a parte)

    ResponderEliminar