jueves, 29 de septiembre de 2016

La alternativa y el complejo de culpa

Me opino encima. Sin saber cómo acabará la cosa y con lo que está pasando estos días, con la incontinencia que tiene uno parece feo no decir nada. Queremos saber tu opinión de mierda, que diría la canción de Los Punsetes. Varias cosas. En primer lugar, música de violines y canal nostalgia, me acuerdo de una foto de mi abuelo Antonio, que estaba en su casa, en la que se le ve a él y a otro par, mientras están haciendo un arroz posando con el puño levantado. Desde ayer pienso en qué se le pasaría por la cabeza a mi abuelo si estuviera viviendo estos momentos. Un momento extraño, el PSOE dirimiéndose, en principio, entre el sentido de Estado o el sentido por el que fue fundado. Estamos viviendo tiempos maravillosos. Tiempos tremendos.
La crisis del PSOE. ¿Cómo nos la tenemos que tomar los que participamos de otras opciones políticas situadas a la izquierda? Digo más. ¿Cómo nos lo tenemos que tomar quienes participamos, precisamente, de proyectos que son directamente responsables de la crisis de sistema que está llevando al PSOE a tener que redefinir el sentido de su existencia? Lo digo porque veo/leo que algunos compañeros hacen una reflexión en el sentido de que de lo que se habla es de eliminar cualquier alternativa al PP y que sin un PSOE en condiciones (cómo ya pasa con el PSC), no se puede ganar a la derecha jamás.
Tengo una sutilidad y una percepción de las cosas un tanto gruesa. De hecho esta última frase no se llega a entender bien porque no lo sé explicar. Digo, soy muy así. Y pienso que, si nos preocupamos por que el PSOE o el PSC deje de tener un papel importante como alternativa... es que no hemos aprendido casi nada. La alternativa somos nosotros. Si algo tienen claro los millones de personas que ya no han votado al PSOE como alternativa, es que no lo es. Que es garante de orden, de mantenimiento de cosas, de llevar a la masa de trabajadores y gente que confiaba en el PSOE como partido 'de izquierdas', por la senda de lo correcto, de lo liberal, del capitalismo en democracia, pero, para nada, como un proyecto de transformación.
Pueden contar la película de que en este país se han conseguido cosas gracias a los gobiernos socialistas. Yo, que soy muy bruto, pienso que no es tan así y que, si en este país se consiguen cosas es a) por las luchas de mucha gente que fue castrada luego por esos mismos socialistas b) por las inversiones europeas para adecuar el país a unos estándares mínimos de calidad. Es decir, los méritos han sido los de encauzar el país en la 'vida moderna' del capitalismo europeo (hablo de capitalismo y es como si estuviera citando algo antiguo y casposo, qué pena), pero no de transformación de los valores de una sociedad que sigue (seguimos) pensando que lo mejor es ir tirando y poco más.
¿Qué actitud ha tenido el PSOE con los partidos situados a su izquierda? ¿Merece la pena recordar? Creo que no. Creo que no merece la pena hacer un memorial de agravios, pero, esta especie de corriente 'ayudemos a los compañeros socialistas a que recuperen la senda... ', me hubiera gustado haberla visto antes de manera recíproca. No da alegría ver a alguien pasarlo mal. Pero no es nada personal. Es un proyecto que no ha querido nada a su izquierda, que ha trabajado por minar lo que hubiera a su izquierda. Lo dice Felipe González en una entrevista en Jotdown. A la derecha le viene bien que Podemos tenga un montón de diputados, porque así no perderá nunca. Al PSOE no le viene bien que haya nada que le haga sombra, porque se lleva todos los votos, pero... para qué.
Así las cosas, y a riesgo de que otros compañeros me digan que qué carajo digo... yo quiero ocupar el sitio del PSOE, es decir, quiero ser yo, el proyecto nuestro, el que reúna a las clases populares, a los que antes confiaban en ellos para un cambio que nunca se cumplía. Si no saben si quieren ser garantes de la gobernabilidad o les da miedo pactar con la izquierda... es buen síntoma, tienen que definirse en algo que antes no necesitaban. Les hemos puesto en un problema. El sistema pierde el tapón por la izquierda.
Tenemos una oportunidad para construir ya la alternativa que algunos tienen miedo de que no se dé ya nunca porque 'el psoe no está'. Los socialistas, los socialdemócratas, han de estar con nosotros. Nosotros somos los socialistas. En realidad, siempre lo hemos sido. Debemos construir algo sólido, nuevo, fiable, que sustituya efectivamente a los socialistas y sea capaz de cumplir con lo que promete. Intentarlo al menos.
Conformarnos con ser siempre subalternos, esperando a que se acuerden de nosotros... es pasado. El futuro ha de ser nuestro. Nosotros tenemos la culpa de que esto esté pasando, para bien. Porque hemos conseguido entre todos, al fin, plantear una alternativa. Y ya no podemos parar.
El futuro es nuestro. ¿Quién se viene?

PD: He escuchado esta mañana a Manuel Jabois decir que todo esto era un plan genial para construir un líder socialista fuerte, que todo acabará con un abrazo de Felipe y Sánchez, que en el PSOE son muy listos. Sería la pera negra, pero no te puedes fiar. 

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