viernes, 29 de abril de 2016

Los del túnel #4 y final

Me quedo sin batería y tengo que contar rápido lo que ocurrió. Aquella gente estaba desnuda, el que parecía el jefe de todo aquello, el cantante, hizo una señal al pianista para que dejara de tocar y le permitió que también se desnudara. Todos hablaban con todos y alguno me miraba. Noté que me había crecido una parte de mi cuerpo. No sé qué me había pasado pero se me había puesto un culo como una plaza de toros. Se me hincharon los glúteos, por decirlo en un lenguaje técnico. O no. Es igual. Tengo que ir deprisa porque me he pasado de la raya contando cosas y ahora me voy a quedar sin batería y esto... bueno. El caso es que hubo uno que quiso hablar conmigo, una persona que conocía de haber coincidido en algunos sitios y que habitualmente me miraba pero no me decía nada y era una persona que era amiga de una gente con la que yo no hablaba porque no me gustaba hablar con ellos, pero aquel era como una especie de persona puente, de las que a través de él puedes hablar con otros. No sé. Vino, me habló y me dijo algo sobre Keiran. Tenía los labios hinchadísimos y apenas le entendía. Creí entender que en aquel lugar todos eran Keiran, que eran de los Keiran descalzos y que Keiran les había llamado y que en aquel mundo podían mostrarse con total plenitud, en libertad, haciendo lo que más les gustaba, sin miedo a que les juzgara nadie, abiertamente. De un salto, bajó a la vía y me dijo '¿ves?, aquí podemos bajar al andén sin miedo a...'.
Y entonces, un metro apareció a toda velocidad por el túnel. Estaban todos allí abajo, yo no sé cómo ni de qué manera habían bajado todos a la vía y solo yo me he quedado aquí arriba, en el andén. El metro pasó tan deprisa y sin conductor, claro, que no frenó. Se llevó por delante a todo el mundo. Lo que ven mis ojos ahora mismo es un disparate de miembros amputados, brazos, cabezas machacadas.
Es que a mí me parecía muy raro que no pasara ningún metro por allí, la verdad, pero ellos, que eran los que vivían aquí abajo ¿no lo sabían? No sé, igual lo tenían todo planeado y aquel que cantaba lo de la golondrina del aire lo sabía todo y había programado una suerte de suicidio colectivo. Toda aquella gente era bastante rara, pero no parecía que estuvieran allí para matarse. Aquel que cantaba sabía algo que los demás no sabían.
Me entretengo contando estas cosas, pero en realidad lo que quisiera es lanzar una llamada de socorro, porque ya digo que me estoy quedando sin batería y aquí los cadáveres empiezan a oler bastante mal. No sé en qué parada estoy, no tiene letrero ni nada, pero estoy en Santa Coloma seguro, porque estoy delante justo de un plafón con unas jornadas gastronómicas y... son aquí. Así que aquí estoy.
Por favor, si alguien lee esto, que baje rápido. Que estoy empezando a oir un piano de fondo. De repente el culo se me ha deshinchado. Empieza a oler muy mal.
Y si no viene nadie, me tiro a la vía yo también. Que igual estoy rompiendo algún rollo cósmico habiéndome quedado aquí.

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