miércoles, 3 de febrero de 2016

The Magnetic Fields - House of Tomorrow

El disco House Of Tomorrow, de los Magnetic Fields, se encuadra dentro de la serie de discos ‘que se hacen con un tres y un cuatro’, pero que se escuchan como si hubieran sido elaborados cuidando todos los aspectos para llegar a tocarte una fibra que otros discos con muchas cosa, muchos nombres, mucha gente, no lo hacen. Un disco en el que hay una batería con un nada, que más parece una caja de ritmos que otra cosa, unos teclados que están sonando como si los hubieran comprado del cash converters y unas guitarras que no hacen más que relleno. El tipo que canta, que es el líder de la banda y se llama Stephen Merritt contagia el mismo entusiasmo que quien te dije, y las letras son… en inglés, con todo lo que ya hemos comentado en otras ocasiones que eso conlleva. Usted canta esto y yo entiendo (si lo entiendo) aquello. Comunicación.
El disco es un mini disco. Tiene nada más que cinco canciones, con lo que podría ser más un EP que un disco en condiciones. ¿Conocen a los Magnetic Fields? Yo los conozco un poco. No mucho. Conozco gente que es muy fan, y a mí me gustaría ser muy fan, pero no he tenido el empuje necesario para ir más allá. El disco 69 songs of love, lo tengo, lo he escuchado, tiene canciones muy chulas. El disco Distortion lo estuve poniendo ni me acuerdo los días, tiene un par o tres de canciones que me entusiasman. La de Drive on Driver, la de veces que la puse aquellos días de julio. Entendiendo justo lo contrario de lo que quiere decir la canción. O no.
Este disco de los Magnetic Fields comienza con una canción que se llama Young and Insane. En esta ciudad no hay nada. Primera frase. Mientras vas camino de algún sitio escuchando la canción, te olvidas de seguir el resto de la letra. Porque somos jóvenes y estamos locos. En esta ciudad no hay nada y nosotros somos jóvenes y estamos locos. Una canción trotona, que, la verdad, no es que sea una puerta de entrada ilusionante para el resto del álbum. No sé. Puede que, como ya conozco las otras, y muchas veces escucho el disco de manera desordenada, o aparecen las canciones en la lista de dos mil canciones del mp3, no me espero que esta sea una manera ilusionante de empezar. Sea como sea, marca el inicio del disco.
La segunda canción ya es otra cosa. Primero descubrí Technical (you are so) en la versión de Hidrogenesse. ‘Es una versión de Magnetic Fields’. Por ahí entré en el grupo. Eres tan técnico/a. Al final siempre acabo hablando de lo mismo, de las mismas referencias. Si quieren saber de qué va la letra aquí, bueno, es describir a esa persona que puedes ser tú, tan referenciado, tan leído, tan culto, tan perdido, tan bohemio, tan sabedor de tantas cosa, que puedo ser yo. La muerte de la izquierda eres tú. Eres un chico o eres una chica. La letra. La música. Esta canción podría sonar en bucle indefinidamente y no cansa. Con esa voz aburrida, comentándole a alguien lo guay que es, lo que sabe, lo que hace, lo que dice, lo que propone, lo que consigue. Qué bien. Qué ilusión me hace conocerte. Eres tan técnico. Lo haces todo tan bien, lo tienes todo tan claro. ¿Eres un chico o eres una chica? Esta es la canción del disco, claro. Pero no desdeñemos lo que viene detrás.
Alien Being es muy parecida y la música mola muchísimo, casi más que la de Technical. Es tan chunga como la anterior. Hablas mucho sobre nada, piensas mucho sobre nada… no tienes sentimientos, creo que eres un alien. Eres tan nada, que pareces de otro planeta. Haces tantas cosas sobre nada, te mueves en tantas cosas que son nada, piensas en tantas cosas que no son nada… que pareces de otro planeta. Aquí la música es casi bailable. Ojo. Con un bombo mucho más bombo, podría ser un hitazo. No tienes sentimientos, creo que eres un alien. Esta canción, cuando aparece después de Technical, parece un rayo de luz después de la cantidad de mala ostia que tiene ésta, pero cuando te fijas en la letra ves que la mala ostia continúa.
Porque es un disco de mala ostia. Qué guay es todo. Cómo moláis todos. Cuánto os queréis todos. Qué bien os va a todos. Qué bonito es todo. Pues yo no lo veo.
Love goes home to Paris in Spring, es otra canción de mala leche. Estoy contigo y no hago nada. Estoy contigo y no me dejas hacer nada. Estoy contigo y hago… no hago nada. Es suficiente, nunca me das nada. Lo que no entiendo es la frase de love goes home to Paris in Spring. Es una canción que con otra letra podría parecer hasta bonita, pero no lo es. Y todas las canciones tienen unos coritos y unas cosas tan simplonas que hacen que las escuches una y otra vez sin que te cansen. Todas las canciones, y ahora viene otra de las causas por las que los que me conocen sabrán que es fundamental para que me cale, es la repetición.
Se basan las cinco canciones, que son muy cortitas, en repetir. Repetir el mismo ritmo, sin cambios. Todo el rato lo mismo. Un par o tres de notas y listo. Es mi rollo. Así sí.
Either you don’ t love me or i don’t love you. Cada vez que tú te sientes de puta madre, yo me siento mal. Cuando me recuerdas todos los buenos momentos, me siento triste. Se puede ser más cabrón. Todo así como si lo hiciéramos nosotros en el local, con una batería, con una pandereta, y simplemente rascando las guitarras. Y a repetir el coro. Cada vez que tú te sientes bien, yo me siento mal. No entiendo el título de la canción. Da igual si no me quieres o si no te quiero yo. Con la batería, que es una chica, haciendo un redoble con el charles. Es un disco encantador y que hace que vayas por la calle mirando a la gente como si fueran los protagonistas de la canción. Vosotros sois esos de los que canta. No yo. Yo soy el que canta también.

Cómo mola ser el que canta. Cinco canciones. He hablado mucho de este disco, de las canciones, pero no recuerdo haberle dedicado un momento a recomendarlo. O sí. Pero da pereza buscar… De verdad, las escuchan y me dicen si les apetece el qué. 

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