martes, 3 de noviembre de 2015

The Jam: About the Young Idea. Algo de que hablar.


Saber de música es muy útil en estos tiempos en los que la especialización es ley. Saber de música te permite abrir el abanico conversacional de una manera que sorprende a quien no está relacionado con el tema, permite lucirse al que sí lo está procurando que parezca que sabe lo mismo o más que tú, proporciona elementos para mantener ocupada la cabeza en evoluciones estilísticas y la relación entre músico y música, y, sobre todo, sirve de entretenimiento para el que no sabe. Háblame de música, qué grupo es este que suena, de qué año son. No servirá para nada material, pero consigue tener un tiempo ocupado tanto al emisor como al receptor. Como yo no sabía nada de The Jam (tampoco me había interesado) ayer fui a ver el documental de The Jam. En la cola, me tropiezo con Nacho, por lo que San, estará allí. Me alegra mucho verla. ‘La canción de la sintonía es como una pelea de perros’, dice. Lo mejor de la noche.
Paul Weller fue el líder de The Jam. En una época remota de mi vida, quise ser fan de Paul Weller. Como me gusta la música de los sesenta, consideré que podría ser una buena manera de enlazar lo de antes con algo que pervivía. En el Pop Festival de Badalona de hace mil años actuó Paul Weller y fui a verlo. Acababa de sacar la canción I’m a Changing Man. Tocó esa canción y el resto fue un rollo total. Un aburrimiento absoluto. Borré a Paul Weller. Son cosas que he contado mil veces y que me aburro de escucharme.  
Con estos mimbres, The Jam, me ha interesado en la medida de que hay canciones que me interesan y la banda me da un poco igual. Ni siquiera recuerdo nunca cómo se llama la canción que más me gusta de The Jam. Sé cuál es, pero nunca me acuerdo del nombre. Ayer en la cola me lo volvieron a repetir: Stop.
El documental sobre The Jam es el típico documental con declaraciones de todos los miembros del grupo, que recuerdan la gestación y andadura del mismo, así como la intervención de personas relacionadas con la banda, bien como parte de su equipo, o como seguidores. Uno de los seguidores es un actor, el que ha hecho El Hobbit. Bien. The Jam en un principio fueron 4, se forman poco a poco en Woking, un pueblo de las afueras de Londres. No son de Londres y son digamos, menos guays, que los de Londres. Esto es ya medio repertorio del grupo. En ese principio son dos amigos, Paul Weller y el otro, que cantan canciones más bien sesenteras (aparecen cantando juntos y de mayores Bye Bye Love y quiero llorar, porque la canción aprieta), pero no se parecen a The Jam. Como digo, van reclutando gente y empiezan a tocar más o menos regularmente. El amigo de Paul Weller se pira del grupo. Se quedan los tres y Paul Weller es el líder. Descubre a The Who y el primer disco de The Who, decide hacerse mod y van a sacar su primer disco. El propio Paul Weller dice que en ese primer disco fusila a The Who lo que puede y más. Todo el mundo copia y no pasa nada. No es una crítica.
Y bueno. El resto es la historia del grupo, la formación de una identidad propia y cómo muchos chavales que no quieren ser punks, que es lo que se lleva a finales de los setenta, se sienten identificados con la imagen y la actitud de The Jam. Una actitud a la contra con un mensaje muy político, pero difuso en ocasiones. En una entrevista en NME, creo, dicen que van a votar a los conservadores, ‘por decir algo’, dice Weller, que confiesa que eso, que lo dijeron por decir. Luego harán canciones con fuerte crítica social, como A town called Malice, que es bastante buena. Como digo, aparecen personajes, muchos de ellos se supone que anónimos que cuentan su relación con la música y la actitud de la banda y comentan cada uno de los discos y sus canciones emblemáticas. Muchas de esas canciones las has oído muchas veces, pero por algo que no sé definir, no me llegan. Y contra eso no se puede luchar. Hay una, esa de Stop, que sí, que resulta que sale en uno de los discos del final. Yo pensaba que The Jam tenían solo tres discos, pero no, tienen bastantes más. What you see is what you get. Lo que ves es lo que hay. Stop es una canción que se parece mucho a Taxman de The Beatles. Me gusta mucho.
El rollo mod. Me verán ustedes muchos días con suéters y accesorios de la Fred Perry, marca icónica para el movimiento mod. Y skin. El otro día, el Serrita, en eso de los vinos, me dijo que si iba ‘de pelaíco’. A mis años. En el docu, se habla del movimiento mod, del revival mod. Ante el hedonismo y la mamarrachez de lo punk, la seriedad y la dignidad de lo mod. Ir limpio, tener gusto. Cuidarse, somos obreros pero vamos bien. Cuando llevo media hora viendo a viejos mods hablando, se me quitan las ganas de haber querido ser mod alguna vez. El mensaje. The Jam eran de clase obrera, pero llegaron a ser algo. En el docu, muchos de los que salen dicen que también eran de clase obrera pero que escuchando The Jam y sintiendo su mensaje, consiguieron grandes cosas. Una era publicista, el otro actor, el otro fotógrafo, el otro escritor… incluso uno toca con Paul Weller en solitario. Redención. Si quieres puedes, la voluntad, la revolución va a ser difícil de hacer pero el ejemplo de Paul Weller nos indica que… pues lo que me faltaba para el duro.
A principios de los ochenta a Paul Weller quiere cambiar. Changing Man. Comunica al resto de miembros de la banda que se quiere ir y que abandonará el grupo al final de una gira. Los deja a cuadros, pero no hay nada que hacer. Dejan el grupo y Weller acaba formando Style Council, y los demás… el bajista se queda, creo, enganchado al recuerdo. De hecho tiene una banda de tributo que creo que es lo más triste que se puede tener si encima eras tú miembro de la banda original. El batería, pues nada, que ha escrito un libro… sobre The Jam. Paul Weller a sus cosas, monísimo y con unos cortes de pelo fascinantes. Un chico joven tiene un blog y es súper mono y le hace preguntas y en su blog tiene fotos de él mismo con ropitas chulas. Fantástico.

Me dijeron el otro día que podría poner más puntos y aparte. Lo intento. Pues eso. Ya tengo conversación sobre el tema. En la ciudad tengo muchas cosas que decirte…

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