jueves, 8 de enero de 2015

Riéndonos de todo hasta morir

¿Podemos hacer broma de todo? ¿Podemos reírnos de las creencias de los demás? ¿Deben aceptar esos otros que sus creencias son susceptibles de ser tomadas a chufla?
Doce personas han muerto en el asalto de ayer a Charlie Hebdo a cargo de dos franceses que no aceptaban que se rieran del profeta Mahoma. La revista Charlie Hebdo lleva años riéndose de todo tipo de creencias y de personas e ideologías. Aceptar que haya gente que no comparta nuestro credo es la base de una sociedad tolerante. Aceptar que haya gente que se ría de nuestro modo de vida, es fundamental para que haya convivencia. ¿Tenemos que aceptar también para que haya convivencia que hay temas de los que no debemos reírnos porque son demasiado sensibles para una porción de la población? Supongo que personalmente me decanto por aceptar que nos podemos reír de todo y de todos. Que si quiero poder criticar a alguien por su acción, por su forma de actuar, por su forma de pensar, tengo que aceptar que otros se rían de lo que yo hago y pienso. Es lo que hay. La libertad de expresión.
No estoy demasiado suelto en este tema. Yo también soy Charlie Hebdo. A mí también me gusta reírme de los demás. A veces de forma muy directa, otras veces de forma velada. Me encanta. Porque normalmente el común de los mortales se ha reído de los que piensan como yo. Si hay algo que les jode, como decía la canción, es el vernos bien contentos. Riéndonos. De ellos. La risa es otra forma de enseñar los dientes. Y hace daño. Hace tanto daño que hay gente que es capaz de matarte sólo por que te ríes. De ellos, de él, de lo que sea.
Doce personas han muerto en un atentado en París. Un ataque a la Europa civilizada y crítica. A la Europa que se ríe. Los que han matado también son Europeos, nacidos en Francia, y sin embargo, en su escala de valores no entra aceptar que se rían de su religión. Aquí, hasta hace poco, tampoco hemos aceptado esto de buena gana. En algunas partes de Europa todavía se ha estado matando gente por un motivo de orden nacional hasta hace bien poco. Importan tan poco esos muertos que no sé si sigue habiendo combates en Ucrania o no. En Yemén acaban de decir por la tele que ha habido un atentado y han muerto treintaytantas personas. Un desastre. Pero son otros muertos.
Informan de represalias, de ataques a centros de culto, de que detrás de estos dos cabrones que rematan a sangre fría al policía francés y musulmán en el suelo, hay más. Y sale Le Pen y dice que basta de eufemismos. Y sale un francés con sombrero y dice que algo hay que hacer. Y a mí me da terror que aprovechando una cosa y la otra, nos prohíban reírnos. Que tengamos miedo de reírnos. De ellos. De nosotros mismos.

1 comentario:

  1. Y de salir a la calle, a este paso. Pero con lo de la risa lo llevan crudo. Es uno de los empeños más imposibles.

    Feliz tarde, monsieur

    Bisous

    ResponderEliminar