lunes, 26 de enero de 2015

Albert Pla - ¿Anem al llit?

Voy agotando los temas. Creo que tengo la sensación de que voy consumiendo los asunto que trato en este blog. Haré otro blog para hablar de otros temas. O me repetiré. Me repetiré hasta la saciedad. Así, creo que este disco ya lo he comentado antes. No encuentro si sí o si no, así que me lanzo igual. El disco se llama ¿Anem al llit? y es de Albert Pla. Este disco tiene ya unos años. Me gusta este disco casi más que ningún otro del artista de Sabadell. Su primer disco fue una bomba y sigue siendo una punkarrada extraña que no tiene por donde cogerse. Luego fue evolucionando y haciendo cosas que me hicieron perder mucho interés por él, demasiada rumba para mi gusto, y sólo con cosas como aquello que hizo de homenaje a un poeta de Vic o de Olot, no recuerdo, me mantienen enganchado a él. Y este disco. Sólo por este disco ya merece la pena todo.
Este disco, considero, que si te gusta con casi cuarenta años a tus espaldas, es que tienes un serio problema. Yo tengo un serio problema. Este disco me gusta porque yo no tengo cuarenta años. Yo me quedé estancado en una edad indefinida que ni siquiera podría encuadrar en un tiempo concreto. Supongo que a partir de octavo de EGB todo me quedó grande y ya lo que vino me cuesta de asumir como realizable. Cada día es un misterio. Cada cosa es un problema. Cada asunto es un dilema. Cada paso que hay que dar, en realidad, no me interesa. Si algún día te fueras a dormir y quisieras tener los sueños más guapísimos que se puedan tener... Este disco me gusta, no porque sea un disco infantil y a los niños les encante y yo... no. Es que creo que, igual que él lo canta como si fuera un crío, yo lo escucho como un chaval. Y mientras el disco suena, yo me puedo permitir el lujo de dejar de disimular. Ya no llevo bigote, ya no pongo cara seria, ya no opino, ya no me tengo que preocupar de, ya se ha ido todo. Puedo dedicarme a lo que más me gusta, a pensar en ir a dormir, en arrebujarme debajo de la manta, a dejar que todo pase. Espera sólo a que se haga de noche, abre la ventana y mira al cielo. Escoge la estrella que te guste más que yo estaré dentro. Cuidando de que tengas los sueños más guapísimos que se puedan tener. Todo esto en catalán es mucho más así. O es igual, no sé. Esto que escribo de los sueños guapísimos es parte de la letra de la canción Somnis. Una canción que le encoge a uno el estómago. Menos la parte final del tema que es un poco esplai. El efecto esplai ronda todo el disco, pero da igual. Todo da igual. Porque durante el espacio de tiempo que dura este disco, servidor ya no piensa en si esto es como si, si conviene, si parece, si es. Durante el tiempo que dura este disco, puedo dejar de disimular que todo esto tiene un sentido. No es un disco que le pondré a mis hijos, no es un disco que le pondré a mis sobrinos, es un disco que me pongo yo. Que me recuerda que antes de ir a dormir, hay que hacer un pipi, que alguien procura que tenga los sueños más guapísimos que se puedan tener. Els somnis més guapíssims, que es poguessin tenir. Qué bonito. Un disco que te recuerda que hay un sitio en el que los niños aprenden a ser unos somiatruites. Unos... unos qué. Gente desconectada. Eso. La gente a la que no nos interesa. Que preferimos hacer el bufa antes que otra cosa. Lo que sea.
Por si el disco y sus canciones de Albert Pla no dejaran claro de qué va todo, se permite el lujo de hacer una versión genial de Qualsevol nit pot sortir el sol. Una versión que iguala, por lo menos la insuperable de Sisa y que cuenta con la colaboración del maestro Pau Riba y de gente que sorprende como Gerard Quintana, el de Sopa de Cabra. Glups. También puedes venir si quieres, te esperamos, hay sitio para todos. El tiempo no cuenta ni el espacio, cualquier noche puede salir el sol. Esta canción. Escuchar esta canción, este final, esta invitación a dejar de ser y empezar a ser lo que uno es de verdad, me pone tontísimo todas las veces que la escuche, da igual la versión y el formato. Es indiferente.
Recuerdo que este disco se lo regalé a una chica para que se lo regalara a su sobrina, ella no se acordará, la sobrina supongo que habrá escuchado el disco ninguna vez, ni siquiera era catalana, pero yo estaba convencido de que el disco le gustaría. Que el idioma no importaría. Que la edad no importaría. Que le gustaría siempre. Ni siquiera sé si conservará el disco. En fin.
¿Anem al Llit? tiene a veces una instrumentación un tanto convencional, está Kitflus, que sale en muchos discos del Serrat, por ejemplo, pero esto da igual. Lo importante es el sentimiento. El sentiemiento de volver a ser pequeño. De no tener que preocuparte de lo que va a pasar mañana, de cómo va a ir todo mañana, de tener miedo de estar sólo, de tener miedo de que algo se mueva al fondo de la habitación, de ver una sombra, de llamar a tu madre para que venga a traerte agua sólo por saber que tu madre sigue estando allí, de que todo estaba bien. Eso es. Todo está bien, mañana será genial, veré a los colegas del colegio, les contaré algo, ellos me contarán a mí cosas, nos reiremos, haré los deberes, escucharé al profesor, no bajaré a jugar a la calle porque los otros niños del Paseo Alameda me asustan, que son más listos que yo y yo soy un torpón que sólo sé llorar en cuanto me pasa algo raro. Eso es este disco. Volver a eso. Al fin.
El disco tiene un par de canciones en castellano. La canción Primer Amor, nunca me pasó. Pero me hubiera gustado tanto. O igual me pasó. Nunca me pasó. Pero me hubiera gustado tanto. Qué canción tan bonita. Me está temblando el corazón, dice. Casi nada. En la feria, el primer amor.
Porque de la canción Duerme mamá, no hablaré si no es en presencia de mi abogado. Porque me voy a poner a llorar en cualquier momento. Qué bonita.
Tendrán ustedes, lectores, cosas mejores que hacer que leer a alguien decir que lo que le gustaría de verdad es borrarse, no participar, volver a tener como mucho ocho años y pasar absolutamente de todo. Que todo lo que vino después, realmente ha sido un problema. Ya ven, qué confesión.
Así que vamos a dejarlo aquí. Escuchen este disco. si pueden hacerlo con alguien a quien quieran mucho y al que puedan tener cerca para enterrar la cabeza en su vientre y abrazarla o abrazarle y dejar que pase el tiempo mientras le acarician la cabeza, mejor. Y que le susurren, shhh, bona nit.



3 comentarios:

  1. Pues no lo conozco, a ver si lo escucho. Tengo sentimientos encontrados con Albert Pla.
    ¿Conoce a "Los ganglios"?
    http://www.losganglios.com/

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    1. no conozco a los ganglios. voy a ver si en el soulseek está el disco. o lo puedo ripear y pasárselo por wetransfer. así en plan moderno.

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  2. No está en emule... A no ser que esté en uno de esos archivos de discografía completa. Pero me da miedo descargarme la discografía completa de Albert Plá.

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