miércoles, 15 de octubre de 2014

Federalistes d'Esquerres en Santa Coloma. Nada no es mejor.

Concluyendo. Si en la sala había tanta gente asintiendo a las reflexiones de los conferenciantes. Si alguna intervención de los ponentes dejaba claro que, de forma evidente, los federalistas somos más, ¿cómo es que España no es ya un Estado federal?
Ya está, muchas gracias por su atención.
Acto de Federalistes d'Esquerres en Santa Coloma. El federalismo es eso que sitúa a una porción de la población en un espacio en el que no somos ni una cosa ni una otra y en el que debemos explicar y explicar que el federalismo es... pues eso, el federalismo. El federalismo es lo difícil de explicar. Lo fácil es lo otro, la nación, la identidad, la lengua, el pasado glorioso, las afrentas, la conquista, o quizás la voluntad de existir de una manera diferente a la de los demás. Se pueden hacer muchos retratos de la situación. Se puede hacer un retrato tétrico y sombrío de los tiempos, o se puede aprovechar la oportunidad. Se puede decir que todo lo que hemos vivido en Catalunya y lo que nos queda, ha sido producto de una gran manipulación, de una estafa en la cual los poderes políticos y mediáticos han creado una ilusión por la cual la gente se ha dejado manipular. Se puede decir que todo ha sido una gran mentira por la cual se ha querido enfrentar a los catalanes contra los españoles. Se puede decir que la Constitución española es un marco incomparable en el que movernos y asentir todos con la cabeza sin más. Se puede decir que, prácticamente, somos un Estado federal, pero que nos faltan unos pequeños matices que con una reforma constitucional a realizar cuando los astros se conjuguen y confiando en que los que asienten tan convencidos hoy pero tan dubitativos mañana, gobiernen. Se puede hablar de hacer pedagogía durante algunas décadas más hasta que acabemos de convencer a esas masas que saben que son federalistas pero a las que les cuesta verlo. Se puede decir que muchas personas, sindicatos, entidades, fuerzas políticas han hecho un seguidismo basado en dejarse llevar por la corriente, sin cuestionarse nada por el qué dirán. Se puede, glups, hablar como hablan otros de la 'mayoría silenciosa', y eso si que me da un poco de reparo. Se puede hablar de que no puede haber nacionalistas de izquierdas. Como poder, se pueden decir muchas cosas.
Pero yo voy a decir lo que a mí me parece. Siendo, como buenamente se puede, federalista, me ha parecido que todo este Procés, o campaña por el Derecho a Decidir que se ha venido dando en Catalunya ha sido una oportunidad que no podíamos dejar escapar. Sí, claro, el grueso del pelotón no era de los nuestros, pero al menos daba la oportunidad para plantear dudas sobre lo que hay. Dudas y soluciones. Si, no. Al menos eso, Si-No. Si a un Estado, a la República Catalana. No a un Estado independiente. Ergo, empujando a los demás a dar un paso adelante. Federémonos. Fedérate con mi tanque, dicen en el otro lado, en el lado indepe. Cada uno da caña como quiere, no nos engañemos.
Yo creo que hemos hecho bien yendo hasta el final con el tema. Hasta donde se pueda y más. Por mover el avispero. Por que dudo mucho que buena parte de las personas que ayer acudieron al acto de Federalistes d'Esquerres lo hubieran hecho si todos hubiera seguido con el Consenso de la Transición, con este Estado apacible de las cosas, con este pacto entre caballeros, con esta imposibilidad manifiesta de que nadie pueda mover un boli sin apelar a la estabilidad, al pacto, al consenso, a no agitar las tranquilas aguas de la nada sin gas. Dudo mucho que muchos de los que ayer asentían tan convencidos lo hubieran hecho si no hubiera habido que definirse, al menos en algo. Al menos, poder ponerse detrás de una bandera. Si es la Federal, pues esa misma.
Muchos de los que ayer asentían y decían que sí, que eso es lo que es, que claro, que el federalismo... deberían preguntarse porqué su partido hace dos o tres semanas votó Monarquía y no República en el Congreso hace esas mismas semanas. Perdón, apenas sé juntar las palabras. Monarquía. Federalismo. Debe ser que se puede ser Federalista y monárquico a la vez. Y de izquierdas. Debe ser eso. Debe ser que debo confiar en que esa supuesta reforma Constitucional que jamás verán estos ojos que se los ha de comer la tierra agusanada, vendrá un día. Como han venido tantas cosas.
Qué alegría ver que la gente se apunta al Federalismo. Sea eso lo que sea. Yo tampoco lo sé. Soy federalista, pregúnteme cómo. Puedo ir a actos independentistas, sin creérmelos, pero jamás iré a un acto unionista, a un acto por el statu quo. Un acto por la nada. Y lo de ayer, por momentos, pareció apelar a una especie de desideratum de algo que casi está ya hecho pero que tan sólo con un pacto constitucional entre no se sabe quién, se conseguirá.
Reformas constitucionales aquí hemos hecho alguna. Derecho a decidirlo todo, dijo una de las ponentes, Laura Freixa, quiero decidir sobre todo. No sobre algo que no me interesa. Artículo 135 de la Constitución, por ejemplo, qué nos parece. Decidir que todo el país va a estar hipotecado a pagar una deuda que no sabemos cómo ni porqué. Decidido, una noche, por el Pp y el Psoe. Asintiendo, claro, claro, es que eso tiene que ser así.
Yo no soy independentista, ni nacionalista, ni lo quiero ser. Tampoco quiero que esto siga como está. Que respiremos aliviados porque ya se ha bajado el suflé. Porque al final todo quede en una pachanga de solteros contra voluntaris. Me da pena tanta gente que se ha ilusionado con algo que puede quedar en nada, otra vez, para décadas. Me da pena que hayamos dejado pasar la oportunidad, nosotros, los del Si-No y los de la consulta legal, acordada, besada, saludada, regia, bonita, claro, cuando podría haber sido la espoleta de algo mejor. Diferente al menos.
Me gustó mucho Carme Valls. España será federal y social o no será. Dio caña. Dijo cosas. No recriminó únicamente. No pintó un escenario dramático. Me gustan los artículos que Federalistes d'Esquerres enlaza de Sergi Pàmies y los de Andreu Mayayo. No me gusta que no me cuenten nada, que nos aplaudamos por estar contentos por ser federalistas sin hacer nada. Sin esperar nada.
Felicitar a Salva Redón por el acto, por la calidad de los ponentes, por el esfuerzo en la difusión de las ideas federalistas. Pero, yo que sé. Me pareció que nos alegrábamos de algo que nos condena a seguir viviendo con el federalismo, el socialismo, la socialdemocracia, el progresismo, la izquierda, en manos de quien no hace nada de nada.
Segunda conclusión. Nada de nada.

1 comentario:

  1. Oiga, cómo está con la política. Sí, haga algo por nosotros por fa, que falta hace.

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