viernes, 31 de octubre de 2014

Miscelánea

Esta semana ha fallecido Jack Bruce, que fuera bajista de los míticos Cream, a los que vemos en la foto. Eric Clapton, Ginger Baker y Jack Bruce, dicen, fueron los precursores de un cierto sonido de rock duro que luego aprovecharía gente como Led Zeppelin, principalmente. Jack Bruce después de Cream tuvo una carrera un tanto oscura, y uno sólo le reconoce como bajista de sesión en el disco Berlin de Lou Reed. Qué cosas. Pusieron un documental sobre el Transformer y... el domingo me dio a mí por el Berlin y no sé si fue el lunes o el martes que murió Jack Bruce. A eso se le llama premonición o brujería. O que está uno en contacto con las fuerzas ocultas o algo así. Ocultas. En la noche. Escucharemos y veremos interpretar la mejor canción de Cream, la más conocida, la más tarareada. Canción que cantan al unísino Bruce y Clapton. Sunshine of your love, que se nos va el día y no decimos el título de la canción. Un cancionazo de los que dejan frito. Otro que se nos va.
https://www.youtube.com/watch?v=16h6vLy6n4A

Pasemos a temas serios. La música y la política. No por este orden de importancia. La música, la moda, los modernos, las colas en las salas donde ponen documentales, la gente que lleva la misma ropa, el mismo bigote, las mismas bambas, las mismas chapitas con grupos, que habla de las mismas películas, que anhela encontrarse en la cola del cine con el cantante de tal grupo, con aquel director de películas tan molonas, con ese escritor que prometía tanto y que ahora escribe en aquella revista de música, con ese periodista musical. La política, las discusiones, los foros de debate, las mesas redondas, las conferencias, las tertulias, los cursos, las reuniones, las comisiones, acercarse a ese profesor tan bueno que da la charla, al presidente de ese movimiento, al portavoz del grupo parlamentario, gente que viste más o menos igual, que piensa más o menos lo mismo (aquí se admiten los reproches) y que también gusta de decir... pues yo estuve con... y es tan majo, tan así como normal... pues eso. Una bonita canción. I don't wanna walk around with you.
https://www.youtube.com/watch?v=Dv2fcCGeIok

La política. La política es aburrida. Gente que trata de convencer a otra gente de que debe hacer esto o lo otro. Gente que se preocupa porque la gente viva mucho mejor de lo que lo hace. Gente que sufre enormemente por que su esfuerzo por hacer que la gente viva mejor y más dignamente es continuamente torpedeado muchas veces por quienes uno considera sus propios aliados, sus amigos, sus compañeros. Gente que debate sobre asuntos de suma importancia mientras ve cómo entre el público la gente no entiende nada. Gente que se esfuerza en hacer comprensible lo que es sencillo de entender, pero que tratamos de explicar de una forma oscura y enrevesada, no vaya a ser que nos consideren prescindibles. Gente que sufre mucho porque lo que quisiera no va a pasar. Gente que se ríe de los demás y piensa que la venganza es un plato que se sirve... cómo se sirva. Y que no sirve para nada. Y que sirve para mucho. Otra preciosa canción. De Love of lesbian, que no salga de aquí.
https://www.youtube.com/watch?v=56fcnm7PFQw

He visto cosas que hacen llorar. He visto a gente llorar y me han entrado unas ganas tremendas de llorar. Pero también de otras cosas. Por ejemplo, he visto reír por las mañanas como nunca he visto a nadie. He visto reír al mediodía como si esa risa de mediodía fuera completamente necesaria para que hubiera un mediodía. He visto reír en la sobremesa de manera que uno sabe que el resto del día puede avanzar sin problemas, porque esa risa proporciona combustible para continuar. He visto reír a media tarde de una forma que, una vez vista y escuchada esa risa, sabe uno que si no hubiera más risa como esa, quizás el mundo, el universo tal y como lo conocemos dejaría de existir. He visto reír de noche así como de modo que sabe uno que aunque esté oscuro y siempre le quepa la duda de que al día siguiente todo vuelva a funcionar, con esa risa se queda uno más tranquilo, todo marcha bien. He visto sonreír simplemente de manera que uno quiere meterse dentro de esa sonrisa. También he visto otras cosas. Wonderful, en plan raro, de los Beach Boys.
https://www.youtube.com/watch?v=NdzgWYJxQSU

Están poniendo canciones del año 94 en la radio. Canciones muy buenas algunas, otras que están absolutamente quemadas, como el Boys and Girls de los Blur, pero que siguen empeñando en colocar como si fueran lo más. No es del año 94, que es del 95, pero vamos a escuchar una canción de Elastica. ¿Se acuerda alguien de Elastica? Éramos tan jóvenes. Es que han pasado veinte años, chavales, veinte años. El joven evander está en estos días en el Pirineo tan ancho, y no sé si se acuerda que fue hace unos veinte años al Pirineo, a sacar las mismas fotos de montañazas y tejados oscuros. Veinte años. Qué desastre. Cómo podemos ir por el mundo pensando en hacer cosas si ya hace veinte años que las teníamos que haber hecho... Un desastre. Esta canción se llama Stutter y todas las muchachas de Elastica eran tan guapas...
https://www.youtube.com/watch?v=nKxTQgwnzKg

Y ya lo dejamos con la mejor canción, casi, de todas las que aparecen aquí. Hay que exagerar un poco para que hagan un poco de caso. Pablo Iglesias. No ven. Pongo Pablo Iglesias en el texto para que algún buscador que esté buscando cosas sobre Pablo Iglesias... Podemos. Pablo Iglesias. Qué tonto. Bueno. Surfin'Bichos tiene una canción que se llama Gente Abollada, genial y negra. Otra canción que se llama Hermano Carnal, brutal. Y otra que se llama Fuerte. En el vídeo, Chucho parece que es un precursor de Robe de Extremoduro. Precursor no es la palabra. Está mal explicado. Parece Robe de Extremoduro, con ese pecho al aire y esas pelanas. La canción aparecía en el disco Hermanos Carnales, que tenía unos temorros serios... y que se quedó ahí. Es que la portada del disco... ya aparecían ellos en plan pechodescubierto... Surfin'Bichos eran muy buenos. Mucho. Luego como Mercromina o Chucho... pues ya no tanto. Mercromina me gustaba más que Chuco, curiosamente. Esta canción de Fuerte... es que es tan bestial. Fuerte, me entran ganas de cogerte, y darte lo que te mereces... eso y más.
https://www.youtube.com/watch?v=q07si3GK_Jc

Y nada, que ya está. Que vamos recogiendo. Que tengan un buen fin de semana todos y cada uno de ustedes, hasta los que tienen un corazón negro como el plomo negro.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Crónica de un #plegramenet

Peticiones del oyente. Respondiendo a la demanda popular, ahí va una crónica de un pleno municipal, sucedido ayer en el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet. De vez en cuando se le presentan a uno estos pequeños retos. Demuestre usted de nuevo que es periodista, más allá de lo que tiene que contar en las entrevistas de trabajo y de las pequeñas trufas que cuenta por aquí. Haga una crónica, tan listo que es.
Un pleno municipal. Santa Coloma de Gramenet tiene en su consistorio (la utilización de la palabra consistorio despertará recelos en quien yo me sé, pero o empezamos con los sinónimos pronto o esto es un sin dios) representadas a nada menos que seis fuerzas políticas. PSC tiene doce concejales, PP cuenta con cinco, tres son para ICV-EUiA (a quienes a partir de ahora llamaremos 'los nuestros'), otros tres para PXC, dos para Gent de Gramenet y dos más para CiU. Teniendo en cuenta que los diferentes grupos tienen un tiempo marcado de cinco minutos para cada intervención, que suelen agotarse casi siempre, y que hay derecho a réplica y que el tiempo pasa volando cuando estás entre amigos, la cosa comienza a las siete de la tarde y finaliza a las doce menos cuarto de la noche. Tan a gusto, oiga.
PSC, los nuestros y CiU, forman lo que se llama el Equipo de Gobierno municipal. Se presentan unos puntos en primer lugar que el resto de grupos de la oposición votan a favor o en contra, siguiendo un posicionamiento verbal o bien dando consentimiento diciendo 'a favor o en contra'. Mal explicado. Por ejemplo, en el punto 2.2, se da cuenta del acuerdo número 16 de la Junta de Govern Local del día 7 de octubre de 2014, relativo al gasto correspondiente al contrato administrativo especial para la recogida de residuos y limpieza viaria, adjudicado a la empresa 'Cespa'. Guapamente. Llega el de Gent y dice que está a favor o en contra, si lo considera necesario explica porqué y le toca al siguiente grupo. Esto es más o menos como funciona esta primera parte. Aquí los miembros del equipo de Gobierno intervienen si es necesario, si no, se pasa rápido el tema.
Ayer había temitas importantes en esta primera parte. Los comentamos a continuación. Condicionantes del asunto. PXC. Se trata de un partido de extrema derecha con tres representantes en el consistorio. Tres. Tres concejales. Tres representantes de un partido racista en Santa Coloma. Son unos tres mil votos más o menos. Tres representantes. Su presencia condiciona todos los plenos. Interviene prácticamente de manera única su portavoz Juan Gómez, que suele perorar sobre lo divino y sobre lo humano, sobre su juventud en Suecia, sobre sus estudios en Suecia, sobre el modelo sueco, sobre el imperio otomano, sobre la amenaza del corredor islámico, sobre que primero los de casa, sobre basura. Basura discursiva. Simplezas, gracietas. Gracietas que desgraciadamente despiertan la risa del público que asiste a los plenos, que suele ser casi íntegramente gente de partidos políticos que acuden y acudimos de claca. Reírnos de las barbaridades que suelta un personaje racista y fascista, que se disfraza de portavoz de 'los que dicen las cosas claras', produce lástima. Escucharle produce asco. Son cinco minutos de la vida de uno que se van y no vuelven, dedicados a escuchar un triste relato de desprecio y bufa hacia los inmigrantes, hacia los que mueren en el Estrecho, hacia los que no pueden defenderse. Son cinco minutos de mierda. Cinco minutos multiplicados por... 25 puntos por ejemplo, pueden llevarnos a prácticamente una hora o más... es más de una hora escuchando a alguien que contamina el espíritu humano. El humano, el gatuno, todo.
Dicho esto, el pleno avanza farragosamente. Imaginen. Habla un grupo, se posiciona, llega PXC y acapara la atención del público. A ver qué va a decir. A ver. A ver. Y así estamos. Cinco horas. Insoportable. Merece la pena vestirse de rojo cada mes para explicar al vecindario lo que hay y que no vuelvan al consistorio.
En el pleno de ayer hubo un momento 'parapleno'. Una señora con algo que decir, se lo estaba comentando a su compañero de banco. Mientras hablaban los responsables de los grupos, ella iba contando algo con voz clara y meridiana, sobre un tema que fue definiéndose como algo relacionado con ayudas que no les daban, que había solicitado y que ya estaba bien. Se le chistó para que callara, se le recriminó con mirada de 'bueno, qué', pero ella seguía erre que erre. Finalmente, en un punto relativo a finanzas, la señora estalló y no hubo manera de pararla. Se personaron dos guardias urbanos y se la llevaron al pasillo para que se serenara. En ningún momento parecía fuera de sí, ojo, pero no se bajaba del burro. Estas cosas pasan en los plenos. Primer momento de tensión.
Tras dar cuenta de acuerdos y demás, llega el momento de los puntos del orden del día. Finanzas, presupuestos y llegamos a un punto interesante. Un terreno en Singuerlín. Una empresa que quiere hacer un edificio de oficinas. Propuesta de aprobación inicial de la modificación puntual del PGM en el ámbito del Polígon d'expropiació num. 17 definit al Pla Especial dels Barris del Sector Singuerlín. Este punto y otro de después dicen más o menos que se de pistoletazo para que una empresa haga este edificio de oficinas. Los nuestros. Primero, para sorpresa de servidor de ustedes, todo el mundo se abstiene. Todo el mundo. Los nuestros en el equipo de gobierno van a votar a favor. Bueno. Todos, todos...
Las mociones son una parte interesantísima de nuestros plenos. Se discuten temas que, en principio, no son de estricta incumbencia municipalista, pero sirven para marcar posiciones políticas y para que los grupos se retraten. Las mociones las presentan grupos en solitario, o bien se consensúan. Comencemos sin demora. Ayer se presentaron nueve mociones, dos de ellas de PXC que se presentan al final y que todo el mundo vota en contra porque ni caso.
Nueve mociones. Mociones presentadas casi siempre por los nuestros junto a Gent, PSC y CiU, por parejas, en solitario o con unos pocos de ellos. Moción para la adopción de medidas urgentes para paliar la pobreza energética, con un apasionado debate sobre lo que es la pobreza energética, muy bien defendida por los nuestros, recordando experiencias como la Xarxa de Suport Mutu. Sobre la moción de reafirmación en el compromiso de defensa de los derechos de los niños y contra la pobreza y el riesgo de exclusión social... pues a veces demasiada defensa de la caridad, de la ayuda al débil, en lugar de señalar que es una obligación de la institución realizar políticas que solucionen estos asuntos. No es por ser buenos, es porque es así. Una moción sobre el 9N. Movida. Este tema enciende a los socialistas. Moción presentada por CiU, los nuestros y GG. Todo el mundo en contra. Toma la palabra Albert Fabà para defender el tema. La semiconsulta ful del día 9N también levanta ampollas. Duelo dialéctico entre Carles Combarros y Nuria Parlón. Les presento, Carles Combarros es portavoz de CiU y Nuria Parlón es alcaldesa socialista. Se vota en contra y no se sabe bien porqué, porque al parecer es algo que ya está pasando, lo de ayudar a que se cedan espacios públicos, pero nada. Mal rollo siempre con lo del 9N, con la consulta, con el copón. No sale adelante la moción. Moción del Centre d'Acolliment junto a GG y nosotros para la mejora de las condiciones de vida de determinados colectivos de personas migradas del municipio. Bueno, pues sale para delante. No sin antes escuchar la trufa de la extrema derecha y las historias del PP. Historias raras las del PP, alabando que ya se hacen cosas, que ya está todo hecho, que se nota que el gobierno lo está haciendo bien, que... se me acaba el tiempo. Y así. Se nota que el Gobierno lo está haciendo bien. Frases, expresiones que hacen llorar al niño Jesús.
Momentos estelares. Moción contra el TTIP. ¿Qué es el TTIP? Un tratado de libre comercio entre la Unión Europea y los Estados Unidos con el que perdemos los derechos laborales, derechos medioambientales, libertad jurídica, todo. Si fliparon con el artículo 135 de la Constitución, lo harán más con con el TTIP. Derechos sociales a la baja, garantías jurídicas mirando a Pamplona y negociándose todo con opacidad y sin dar cuentas a nadie. PP y socialistas europeos tan contentos. Los socialistas españoles se hacen los ronsas. Aquí presentamos la mención nosotros, muy bien defendida por la regidora Sevilla, y GG, que también se luce. Y cuando pensamos que el PSC se va a abstener o algo... van y votan a favor con un discurso muy bueno de Esteve Serrano. Bravo. Lo de las jornada monográfica sobre el TTIP es un golazo, pero cuela. Pues muy bien. Bravo. Porque las cosas que se deciden a miles de kilómetros nos joden directamente en casa, y mucho. Se pueden cargar nuestro comercio, nuestra industria, nuestra vida y nosotros sin enterarnos.
Pero llega el jarro de agua fría. Moción por la ILP por una educación 100% pública, democrática y de calidad. La presentamos nosotros, con Xavi dando el callo, y GG. Pues no. El PSC no se suma. Una prolija exposición de motivos por parte del regidor Arroyo que nos deja preguntándonos que qué. Pues que no. Abstención y fuera. No se aprueba.
Rechazo a los presupuestos generales del Estado. Moción presentada por CiU. Menos PP y creo que la extrema derecha (perdón por el lapsus, pero no apunté esto) todo el mundo a favor. Cada uno por sus motivos, ojo, que todos tenemos un corazoncito y esto de apoyar así a la brava a CiU... pues como que no cuela y hay que matizar y abundar en cosas. Pero sale adelante.
Finaliza el tema con las dos mociones de la extrema derecha y preguntas que se resolverán por vía escrita y adiós Madrid que es tarde. Ah, un recuerdo para Anastasio Sánchez, histórico socialista que fue concejal y que fue contertulio en Santa Coloma Radio en los tiempos de la colonia, cuando uno era joven y decía que era periodista precisamente en ese mismo banco del salón de Plenos del Ajuntament.
Delante de mí, los periodistas de verdad, a mi lado en el asiento, un joven socialista, al otro lado de la fila Fermín Chueco (hola, Fermín), detrás del todo, gente de Podemos, y a las doce menos cuarto, para casa que falta gente.
El mundo en nuestras manos. Si no han venido nunca, esto es lo que hay.
Muchas gracias por su atención.

martes, 28 de octubre de 2014

El otro día

Pues el otro día fui...
No fui. El otro día no fui. No llegué. El día aquel no estuve. Tampoco lo vi. Ese día no hablé. Aquel otro día tampoco lo hice. Tengo que decir que ese día no aparecí. El otro día no me reí. El día ese no miré a nadie. No estaba. El día que me comentas yo no era yo. Ese día no estaba. Aquella vez que comentas yo no lo dije. Debe ser que yo no era. Me debes estar confundiendo con otro. No recuerdo haber estado allí. El otro día no me desperté. Ese día no me levanté. Aquel día no caminé. No tengo constancia de que eso ocurriera. Yo no he estado. Yo no he sido, no. Yo no he tenido nada. Yo no lo he visto. Yo no lo aprecié. Ese día no llegué. Ese día no lo hice. Aquel no era yo. Ese que tú estás recordando debe ser otro. No lo he visto. No fui. Yo no fui a verlo. Yo no lo he visto nunca. Ese otro día no lo comenté con nadie. En aquel momento no lo cogí. Ese día yo no me reí. No me he reído. No se me ha olvidado. Lo que no hice es ir. No fui. No llegué. No estuve allí jamás. Eso jamás pasó. Todo eso jamás ha sido. Yo no lo he hecho. He pasado mucho tiempo pensando que debía ir, pero no. He pensado que no lo hice. El día aquel yo no fui. Ese día que me comentas no lo pensé. No pensé en nada. No lo estaba pensando. No estaba pasando. Aquel día no dije nada. El otro día no me largué. No me he largado nunca. El día aquel no llegué. No subí. No llamé a la puerta. No entré. No miré hacia el fondo del salón. Aquel día no fui. No llegué. Tampoco lo vi. No sé si he estado. Dudo mucho que fuera yo. Otro, quizás. No yo. Ese día no me despertaste. No me dijiste aquello. El otro día no estuve. No fui. No he llegado a ir. No me he llegado a enterar. No he cogido lo que me estabas diciendo. Aquel día no lo entendí. El otro día no gané. No he conseguido entenderlo. No dudo de que estés seguro que fuera yo el que estaba allí, pero no era yo. No es posible que fuera yo. Ese día yo no fui. No aparecí. No es posible que fuera yo. Tengo la sensación de que todo eso no me ha pasado. yo aquel día no fui. Seguro que era otro. Pero yo no. Yo no fui.

lunes, 27 de octubre de 2014

Talking about politics

Dos personas ríen y se ilusionan con un proyecto que comparten. Esas dos personas se ríen y se entusiasman con una próxima cita en la que ocurrirá algo que será maravilloso. Esas dos personas no saben que me están haciendo mucho daño. Esas dos personas quizás lo saben y no les importa. Dos personas que ríen e imaginan que lo que va a ocurrir será la ostia. La hostia. Dos personas que hablan de no querernos, de que no nos van a querer nunca, de que por fin han conseguido que nadie nos quiera. Dos personas hablan y se entusiasman con la posibilidad de que no seamos nadie. Me entristece pensar en que alguien pueda alegrarse de que desaparezcamos, de que al fin nadie nos haga caso, de que la venganza sea consumada y que nos quedemos en nada. En esa nada que da tanto miedo. Nada de nada. Dos personas se ríen pensando en lo bien que estarán sin nosotros.
Encuestas que hablan de que desaparecemos en Extremadura, de que nos quedamos en la irrelevancia. Encuestas que hablan una y otra vez de que nos hemos equivocado, que nadie nos entiende, que no le interesamos a nadie. Que jamás le hemos interesado a mucha gente, eso ya lo pensábamos algunos, pero saber a ciencia cierta que la gente, el pueblo, los votantes, el mercado, prefiere sin lugar a dudas a lo primero que no seas tú antes que a ti, eso duele. Eso duele mucho. Una y otra vez. Otro fin de semana, otra encuesta, otra entrevista en profundidad con la persona de moda, que nos viene a decir que dice lo mismo que nosotros, pero de otra manera y en la tele y a todas horas, y siempre, y encima lo dice bien, y todo el mundo cree que es verdad, que tiene razón y que nosotros hemos hecho todas las cosas mal. Todo lo hemos hecho mal, todo el rato, sistemáticamente. Y podemos seguir haciéndolo hasta el final. Y queremos seguir haciéndolo hasta el final. Talking about.
Hablando con mi padre cada vez que vemos las noticias, que repasamos las tertulias. Yo desde el ordenador, haciendo mis cosas. Desde el computador. Desde el portátil. Él se va calentando y va aumentando el nivel. Todos son unos ladrones. Este país es una patraña. Todos están llevándoselo. Acaban de detener a uno de esos políticos de pulserita que daban lecciones de moralidad. Se lo estaba llevando muerto con unas comisiones. Hoy es este, el Granados, ayer fue el otro, siempre hay alguien que va para delante. Este país está lleno de chorizos. Esto está lleno de ladrones. Da igual lo que hagas, cómo se lo cuentes, cómo lo expliques, todo está lleno de gentuza que roba, que hace daño a sabiendas, que señala con el dedo al miserable que no tiene nada y le culpabiliza y se ríe de él. Esto es un desasosiego constante. Se ríen de nosotros, nos reímos de nosotros mismos, nos gusta hacernos daño. Dos personas que se ríen de lo mal que estamos. Yo ya no quiero repartir más folletos, llevar este peto rojo, me quiero ir a mi casa, apagar la luz, nada tiene sentido. Todo sirve para nada, para que te digan con una media sonrisita, para que no te lo digan con una media sonrisita, que estamos muertos, que somos viejos, que no valemos para nada, que tenemos miedo. Que somos parte del problema, que somos un problema. Talking about.
Yo no sabía cómo se quería. Yo no sabía que esto es lo que podía pasar. Yo lo imaginaba, escuchaba relatos de gente que hace treinta, cuarenta años, decidió reírse del otro, pasar de él, no hacerle caso, considerar que lo suyo no tenía absolutamente nada que ver con lo suyo. Y ahora nos vemos como nos vemos. Intentando hablar, intentando decir, intentando ver, intentando. Lo estamos consiguiendo. Lo estamos tratando de conseguir, como se pueda. Vamos a ello. No puede ser. No se pueden reír más. No puede pasar que quien compara una consulta, aunque sea un Butireferendum con la Alemania de los años treinta, siga respirando tranquilo. Tenemos que hacer algo al respecto. No sabemos qué. Lo sabemos, pero no sabemos explicarnos y explicarlo. Vamos a ello. Talking about.
Todos los días una encuesta, todos los días una nueva propuesta novedosa que nos indica que el camino que quieren los españoles es la regeneración. Una nueva propuesta en la que los catalanes nos dicen que lo que quieren es una salida. Una nueva propuesta en la biblioteca de Singuerlín en la que la gente dice que hay que tener mano dura con la inmigración. Una propuesta ciudadana, moderada, centrada, de gente de orden... mano dura con la inmigración. ¿De verdad todo se va a quedar en eso, amigo? Peto rojo, salida por el barrio, ¿para qué echáis esto? ¿para qué perdéis el tiempo? Mejor os dedicarais a correr conejos, como dijo uno un día cuando le dí un folletito. Un papelito para leer. Sobre qué. Sobre la extrema derecha. Talking about.
Escribir sobre política sin tener conocimientos sobre el tema. Sin saber qué decir. Sin poder decir lo que a uno le viene en gana decir. El político en la cárcel. Los chorizos al talego. James Brown al talego. Se cansa uno de que... no me puedo cansar, no puede ser, si no llevo nada de tiempo, no puede ser. No puedo cansarme ya, no me puede dar ese bajonazo tan bestia porque dos personas se rían ante la posibilidad de algo que les ilusiona. Talking about.
¿De qué estoy hablando? No pueden reírse más. No ellos, no los otros. No podemos. Menudo follón tienen en nosedónde. Todo va mal. Todo va a ir bien. Todo va a ir bien.
Todo va a ir bien porque vamos a ganar todos juntos.
El mensaje es muy simple.
Mejores marcas, grandes precios.
O al revés. O ni así.

viernes, 24 de octubre de 2014

Miscelánea

Muéstrame a todo el mundo desnudo y desfigurado, nada sorprende. Fíjense en la foto. La valla de Melilla, el obstáculo insalvable que los inmigrantes pretenden sobrepasar para conquistar el sueño de Europa, de la prosperidad, de algo mejor, lo que sea. Los Guardias Civiles encaramados, esperando a actuar, a impedir que pasen. Y abajo... nada sorprende. La muchacha quiere salvar el bogie, o hacer un bajo par, o como demonios se llame. Muéstrame a todo el mundo, desnudo y desfigurado, nada sorprende. Qué asco de mundo. Gente luchando por vivir, por sobrevivir, encaramados durante horas en una valla que hace daño, que está diseñada para que duela, con un guardia civil empeñado en molerte a palos antes de que pongas un pie en el suelo, y tú ahí empeñado en dar un golpe, sin que se te revuelva el estómago. Nada sorprende. Janes's Addiction, Nothing Shocking. Ted, just admit it.
https://www.youtube.com/watch?v=1CpRCc4Jre8

Y ya está aquí, por fin, el Inedit. El festival de documentales musicales que año a año nos abre los ojos sobre la música que nos gusta. El momento en el que nos empapamos de sabiduría musical para el resto del año. Esas colas bajo la lluvia, ese esperar a que empiece el documental viendo los trailers de los documentales que sabes que te vas a perder... este año tenemos algunas joyas que debemos ir a ver si o si. Por ejemplo, hay un documental de Zappa. No sé qué día lo dan y tengo unas semanas en las que no tengo horario ni fecha en el calendario, pero molaría mucho, pero mucho mucho ir a verlo. Zappa. Frank Zappa. Gente que no debería hacer eso sobre el escenario nunca más. Gente que hace cosas en el escenario que no son normales. Escucharemos y veremos una bonita versión en directo de Disco Boy, una canción que en su versión registrada mola muchísimo y que aquí está un poco, un poco sólo, cambiada. Cancionón de todas maneas. Zappa tirándole la caña a una del público. Es humano.
https://www.youtube.com/watch?v=PLTOc2TVAs8

A mí Pulp... no sé. Pulp me molan y no. Es decir, no sé si me molan o no. Pulp tiene un par, tres, cuatro, quizás tiene muchas canciones que me gusten, pero no tengo ningún disco de Pulp y las veces que he visto a Jarvis Cocker en directo, pues tiene uno sensaciones encontradas. Canciones que molan y otros momentos en plan... pues eso. Por ejemplo, Disco 2000, por seguir con el rollo del disco. Esta canción mola muchísimo. Te llamas, deborah, deborah. Que sí, que la de Common People es la más, y habla de eso, de conocer a la gente común, a la clase de tropa, no a la peña del Barrio del Centro que ya sabemos que es muy guay. No a la gente que va al curso sobre El dret a la ciutat, que ya sabemos que estamos convencidos. De la gente, de la tropa, de los que miran y dicen... qué pérdida de tiempo todo. Disco 2000 no sé de qué va. La habré escuchado mil veces. Irá de lo mismo, pero mira, es de esas canciones que a uno le permiten, por una vez, seguir el ritmo.
https://www.youtube.com/watch?v=qJS3xnD7Mus

Hay un documental sobre el Shoegaze. Esto es más o menos lo de que la peña toca mirándose los pies, sin mirar al público, y haciendo un ruido de mil demonios. Se supone que hablan de Jesus and Mary Chain, de My Bloody Valentine y de grupos así. Aquí tenemos un cancionazo de los Jesus and Mary Chain de cuando hacían ruidazo de verdad. Es una versión, la de Surf City de toda la vida de los Beach Boys. Un inciso. Los Beach Boys. Hay que recuperarlos como sea, porque los tenemos bastante, pero bastante olvidados. Y no es plan. En fin, que habrá que mirar los horarios, encontrarse a la peña por casualidad en los documentales, intentar cuadrar el que quieres ver tú con el que el joven Molinaguer ha seleccionado... lo de toda la vida. Emocionante. Qué cancionaza, por el amor de la virgen.
https://www.youtube.com/watch?v=yJePRUIw0as

Bueno, bueno, vamos a ver. Porque es que en este festival también han programado un documental sobre leyendas del Ska. Y aquí aparece el bueno de Prince Buster con el clásico más clásico, con el himno de todos los niños del mundo que hacemos las cosas por hacerlas, porque si no las hacemos ahora cuándo las vamos a hacer. Enjoy yourself. Hagámos las cosas ahora, compañeros, hagámoslo ya, que para mañana es tarde. Pongámonos de acuerdo. Aprendamos, que nos servirá para el día de mañana. Es bueno ser un listo cuando eres joven, pero no vas a ser tan listo toda la vida. Hay que saber hacer las cosas y ser generoso. Vamos a hacerlo ya, vamos a llevarnos bien, vamos a disfrutar de las cosas ahora, vamos a intentarlo, carajo. Vamos a disfrutar, porque es más tarde de lo que pensamos. Vamos a disfrutar e intentarlo ahora, mientras estamos todavía buenos. Enjoy yourselfe, it's later than you think.
https://www.youtube.com/watch?v=iibpewIA_ik

Y ahora la última. Una última canción. El documental de Nick Cave ya no lo vamos a ver porque tiene las entradas agotadas. No sé si lamentarlo o no, porque en realidad yo a Nick Cave, no le he seguido demasiado. Sí que es cierto que tiene alguna canción que te toca la patata. Y esa canción, una de esas canciones, es Get ready for love. Prepárate para el amor. El amor es un sentimiento que llevo en el corazón. El amor es un camión lleno de sentimientos que llevo hacia el corazón. Tengo un corazón que es como un pimiento que huele el amor por los sentimientos. Get Ready for love, es una cancionaza que se te va de la cabeza. Con esos coros dándole ya la dimensión de vamos a por todas, de acelerando, que se necesita en la vida. Acelerando. Get ready for love. No se asusten por el pavo de las melenas y el violín eléctrico. Es Warren Ellis.
https://www.youtube.com/watch?v=7V97ahVeoas

Y eso es todo. Cada uno a lo suyo. Que pasen un buen fin de semana.

jueves, 23 de octubre de 2014

Destrucción del Universo #2

Dejé pasar unos días hasta ver cómo iba todo poniéndose en órbita, pero me percaté de que el asunto no tomaba el impulso que yo deseaba y llevé a cabo una nueva acción que, esta vez sí, acelerase el proceso de destrucción total y absoluta del Universo. Aquel día salí del trabajo a mediodía con la excusa de que me daba a mí la gana salir del trabajo a mediodía y que me viniera el que quisiera a discutir lo que pudiere porque ya estaba bien de ir haciendo como que me importaba si, total, al mundo, al planeta, al Universo y a la madre que los parió a todos le quedaban dos días. Mal contados, dos días.
Con estos pensamientos llegué a la Pescadería de la Francisca, en la que ya hacía años que la Francisca no despachaba y estaba únicamente sentada detrás del mostrador, con su mandil blanco, su camisa blanca, su gorrito blanco, pero con una mano puesta sobre otra, anciana y dulce, escuchando a las señoras y caballeros que acudían allí con el ánimo no sólo de comprar unos lucios, unas sardinetas o unos gallos para hacérselos un poquito así a la plancha a mi nieta la pequeña que viene hoy a comer porque su madre me la deja todos los días a la hora de comer porque ella tiene que irse a trabajar y no le da tiempo, a la pobre. En lugar de despachar la Francisca, era su hijo, el Francisco, el mozo que se encargaba de servir los pedidos, preparar los boquerones, y realizar, en definitiva, la tarea gorda del puesto de pescado.
Pocas, por no decir ninguna, habían sido la veces que servidor de ustedes había acudido a la pescadería, por un motivo principal. A mí el pescado no me gusta. En ninguna de sus variedades, preparaciones, motivos, causas, lo que se presentara como argumento. Que no. Y por eso nunca, que yo recuerde, había ido allí por iniciativa personal. Sí que recordaba de niño haber acompañado a mi madre en interminables mañanas de mercado y compras y por eso tenía algo de cariño por el establecimiento. Empezaba el segundo paso y qué mejor sitio que este entrañable receptáculo de historias y pequeñas anécdotas de barrio, para seguir consumando el plan.
Me planté en el puesto y sin pedir tanda ni nada, le dije a Francisco que me despachara, que tenía algo de prisa, y que quería que me preparar unos libritos para llevar y me picara medio quilo de carne para hacer un steak tartar. Agradecí que hiciera su trabajo lo más deprisa posible para poder continuar con mis quehaceres y seguí de pie mirando fijamente a Francisco. Francisca, su madre, me miró y pareció reconocerme. Me dijo 'ay niño, pero es que no has visto que aquí sólo vendemos pescado, anda que vaya despiste...'. Las señoras que allí estaban, incluso el señor Venancio, un vecino del segundo, mantuvieron el tono de la señora Francisca, amable y suave, para decirme que 'ay, el joven que se ha despistado, que aquí pescado nada más, que la carnicería está en...'.
Lo justo para que comenzara de nuevo a llorar como un bendito. Un llanto profundo y lento. Un llanto que me hizo desplomar en el suelo y provocó que los clientes, ancianos en su mayoría, me llevaran en andas hasta una silla. Allí seguí llorando desconsoladamente, llorando largamente, llorando como no se ha llorado hasta ahora en ninguna parte. Llorando mucho, llorando y llorando hasta que dieron las dos de la tarde y la pescadería tuvo que cerrar. Los ancianos, los clientes en general, alguna madre del colegio, me veían e intentaban consolarme, preguntándome qué me pasaba y yo no decía nada. Sólo lloraba y lloraba. Tan sólo una vez miré a Francisco y éste me miraba de manera desconfiada. Cuando le miré, todos le miraron a él. Vieron su gesto y la antipatía hacia el hijo de la Francisca ya estaba conseguida. A las dos, me levanté y dando tumbos me fui a mi casa, no sin asegurarme, mirando al cielo, de que una nube que una hora antes no estaba presente y que tenía una evidente forma de melocotón, había venido a posarse sobre nuestra ciudad. Sobre nuestro mundo entero. Dos días más tarde el bueno de Francisco apareció apuñalado en un bar de los alrededores y la culpable fue una anciana de las que me habían ayudado en el trance.
Todo marchaba.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Galveston

Me lo dijeron cuando llegué. 'No tienes que salirte de Galveston'. No entendí a qué se referían y yo fui haciendo sin tener en cuenta que Galveston no era sólo lo que se ve en el mapa, Galveston era un estado mental. 'No puedes salirte de Galveston'. En aquel lugar Galveston era algo así como una referencia que los doctores habían impuesto para referirse a los límites del conocimiento. O algo así. Nunca lo entendí. Por eso me dijeron que me había salido de Galveston.

Un día, sin proponérmelo directamente, quise ir de una punta a otra de Galveston. No me lo propuse directamente porque no me levanté por la mañana con un plan establecido, no quise ir de una punta a otra de Galveston por algo en concreto. O sí. Ya no me acuerdo. El caso es que no llegué a la otra punta de Galveston y la tenía muy a la vista.

Hay partes de Galveston que he visitado en compañía de amigos y otras a las que únicamente me aventuro solo. Cuando voy sólo por esos lugares, me acuerdo de lo que me dijeron una vez mis padres. 'No puedes salir nunca de Galveston'. Yo pienso que lo que me decían no tiene sentido, porque yo he salido de Galveston muchas veces. He viajado por todo el mundo, he visitado lugares realmente exóticos, otros que se parecen mucho a Galveston. De hecho, ya hace años que no vivo en Galveston. No sé a qué se referían mis padres, realmente.

Hubo una vez un duelo en Galveston. Dos pistoleros se citaron en la ciudad de Galveston para poner fin a sus continuas disputas. No ha quedado constancia escrita de los nombres de ambos pistoleros, pero en la ciudad se cuenta el combate como un hecho legendario. Es curioso que no haya quedado registrado en ningún sitio el nombre de aquellos pistoleros. Cómo puede ser que en el lugar en el que todo queda escrito y registrado, en el país que ha hecho de la leyenda escrita y visual una forma de imponerse en el mundo, se les haya podido pasar esto. Los más antiguos habitantes de Galveston dicen que el combate fue épico, que duró varias horas y que emplearon diversas armas para dirimir sus cuitas. Y sin embargo, nadie sabe decir quién ganó o quién murió... nada.

Galveston es muy estrecho. Me he salido de Galveston muchas veces. Sin pretenderlo. He ido caminando distraído y en más de una ocasión, un habitante de un lugar desconocido para mí, me ha llamado la atención para advertirme que vigile mis pasos. Que ya no estoy en Galveston. Desconozco cuál es el motivo por el cual esa gente sabe que yo soy de Galveston.

Aquella pareja que vino a cantar al Teatro de Galveston, comenzó su repertorio con una canción dedicada precisamente a Galveston, pero que en su letra nombraba a otra ciudad. Siguieron cantando y la actuación fue muy entretenida, pero al final del concierto fui a ellos para preguntar porqué habían cantado una canción dedicada a Galveston sin nombrar Galveston. Me recibieron en el camerino y me dijeron que lo que contaban sobre aquella ciudad bien pudiera valer también para Galveston. Me convencieron.

Los habitantes de Galveston rara vez se aventuran a caminar hasta los confines de Galveston. Son pocos los valientes que se atreven a confrontarse con lo estrecho de su territorio, yendo más allá. Yo, alguna vez, he caminado hasta llegar un poco más lejos. Pero es que yo no soy de Galveston.

martes, 21 de octubre de 2014

El jove Josué

No nos gusta en exceso recopilar textos en otros idiomas, pero en esta ocasión, por la importancia grandísima del hallazgo, hemos tenido que transigir. Y no nos gusta, no por cerrazón o prejuicios, si no porque no podemos controlar errores y fallos que puedan darse en la transcripción de los textos. De un texto religioso de autor desconocido encontrado en la parroquia de Santa Maló de Niruniá, les mostramos el extracto llamado 'El Jove Josué'. Disculpen las molestias.
'Varen deixar sól al jove Josué els seus pares i amics, donat que aquells anaven en processó camí de la Terra Promesa en el que diem l'Èxode amb una tasca darrera del pare Moisès proporcionant-li recolzament i consòl de manera entusiasta, però oblidant al seu pobre i petit fill Josué pel camí. El petit Josué va quedar perdut i va provar de trobar de nou la via per recuperar el grup del que s'havia apartat. Va seguir un camí que el va semblar especialment bonic i agradable de seguir, un camí que pujava cap a un cim petit des d'on podria veure els seus, un camí vorejat per flors que semblaven extranyes en aquell racó del desert. El jove Josué notava que els seus peus es tornaven lleugers i que feliç s'apropava al moment en que veuria de nou els seus.
Però, en arribar al cim d'aquella muntanyola, el va sorprendre una potent llum que sorgia d'un arbre. Era la Verge Maria, la mare de Déu, la que estava allà, en estat d'aparició. La Verge portava un mant blau preciós, i en els seus braços dormia plàcidament el nen Jesús. La Verge va cridar a Josué, i li va dir...
- Apropa't jovenet, sóc la teva Mare, què m'has de dir?
La sorpresa del jove Josué era gran, donat que ell no coneixia la existència de la Verge Maria i va suposar que l'aparició de aquella figura era obra del Dimoni.
- Sóc en Josué i busco els meus pares. No hauria vosté de molestar a un nen com jo, just i bó, que res de dolent ha fet al món. Deixi'm que trobi el meu camí.
La Verge Maria, amb un gest, va fer afluixar la brillantor que la rodejava i va mirar disimuladament al seu voltant. En un instant, la seva dolça i suau mirada, es va posar de nou sobre el jove Josué i amb un gest plè de pau i amor, va desaparèixer.
El jove Josué va trobar de nou el camí i no li va dir a ningú el que havia vist, no fos que encara rebés'.

lunes, 20 de octubre de 2014

Solidaridad Obrera

...y no es que no quiera reconocerle a usted que no lleva razón, pero me gustaría contarle una cosa para que comprendiera que a veces, las situaciones se dan de una manera en las que uno se encuentra con la solución a los problemas sin necesidad real de intervenir. Como ya sabe, poseo buena parte de las acciones de la principal industria ferretera del país y de tanto en cuanto, me gusta pasearme por alguna de las fábricas que conforman el conglomerado que dirijo. En una ocasión, por hacer algo y distraerme dado que paso buena parte de mis días encerrado en este club charlando con gente como usted, a la que tengo aprecio, pero que no son ni de lejos exponentes del verdadero pueblo que nos sostiene, quise acudir a la factoría de segmentos pericontornados de la provincia de Szmertzen. Y quise hacerlo como si fuera un trabajador más que acude a su puesto de trabajo, con el objeto no de enterarme realmente de lo que ocurre, ya que no es necesario abundar en que esa información ya la poseemos gracias a nuestros informadores internos, si no, simplemente, por vivir una experiencia nueva. Ser un trabajador, vivir un día una jornada laboral completa. Presentarme en la factoría a tal hora, entrar con el resto de obreros, hablar con ellos, y, de paso, analizar en qué se puede mejorar la producción desde dentro y sin filtros. Pues bien, fíjese usted que sorpresa, no bien comenzó mi jornada laboral falsa, uno de los obreros se me acercó para decirme que ya estaba cansado, que había acudido a él un compañero llamado Vizenowsky para decirle que yo era un topo, un infiltrado de la policía que quería recabar información sobre las actividades del sindicato. Vaya, pensé, mi aspecto debe llamar demasiado la atención. Entonces, el obrero, que se presentó muy amablemente como Antón Korda, me previno de la desconfianza de la gente de su entorno hacia cualquier persona que se acercase a ellos de forma amable y confiada. Me contó que en el sindicato estaban acostumbrados a recelar de todo y de todos y que a mí me habían visto con una sonrisa en el rostro mientras apretaba unas clavijas y que en seguida habían previsto que una persona contenta en una fábrica como aquella no podía ser otra cosa que un infiltrado, que un falso trabajador. Un compañero real jamás sonreiría por sonreir, no gastaría la broma que yo gasté al entrar sobre el frío o sobre el calor, o sobre lo bacheado del camino, o sobre el aspecto patibulario del capataz Chobanek. Un compañero real no se abstendría de recriminar automáticamente a otro compañero por haber saludado de forma amistosa a Janosz Burmann, el anarquista, cuando todo el mundo sabe que ese mentecato no tiene ni idea de lo que es la verdadera lucha y se pasa el día bebiendo y soltando barbaridades. Un compañero real... Y fíjese que así me fue relatando toda una suerte de pequeñas miserias, desconfianzas, enfrentamientos, rencillas, peleas, aislamientos y abandonos que me reconfortaron más que cualquier otra cifra que hubiera extraído en un recuento de la producción. Están enfrentado entre ellos, no se hablan, no quieren verse, se huyen, lo tenemos todo a favor. Así que no sea tan tremendista, déjeles que jueguen con sus organizaciones y sus propuestas. Precisamente le iba a hablar de editar un libro de un joven estudiante de ciencias políticas que...

viernes, 17 de octubre de 2014

Miscelánea

Cosa curiosa. De todas las canciones del disco Ragged glory de Neil Young, la que menos simpatía me despertaba de siempre ha sido Over and Over. Sin ningún motivo aparente. La canción no es mala, la canción no es ñoña, la canción está muy bien, pero algo tenía que no me... El asunto está en que de ese disco me gustaban tanto algunas canciones, como la de Fuckin up, o Farmer John, o las dos larguísimas que esta no entraba dentro del paquete. Pero los cerebros de los humanos son tremendos. Para tenerlos en cuenta. Sin qué ni porqué se me ha colado la canción a lo largo de los últimos días. Nunca había visto el vídeo de Over and Over, y mira que he visto vídeos de Neil Young. Un montón. Pero nunca este. Es un poco como Un tranvía llamado deseo, con el maromo gritando Stela!!! Es un cancionón, aunque aquí está en una versión corta. En el disco son ocho minutos dando vueltas sobre el volver y volver y volver.
https://www.youtube.com/watch?v=l3PV8rDez5c

Teenage Fanclub son uno de esos grupos que pueden no decirte nada, que te pueden parecer unos sosos, que no tienen nada que hacer respecto a otros escoceses mucho más cañeros y bulleros y salvajes. Pero Teenage Fanclub tienen un corazón que no les cabe en el pecho. Y además son fans de Neil Young, cosa que demuestran en el simple hecho de que tienen muchas canciones que son 'don't cry no tears', pero dándole la vuelta mil veces. Y que tienen una canción que se llama Neil Jung. Como el que no dice nada. Gente con polito, rascando la guitarra y abriéndose el corazón para decir que... Rascar la guitarra, ese concepto, esa cosa que parece que la puede hacer cualquiera, usted mismo si quiere y póngase y verá. Una versión en directo la mar de apañada, la verdad.
https://www.youtube.com/watch?v=sU6TEiHsm2w

Tengo un grupo nuevo que me gusta más que todo. Kokoshca. Si, lo sé, este grupo debería haberme empezado a gustar ya hace tiempo. Porque no acaban de salir, no son el pelotazo del momento, pero ya me conocen. Desconfío. Tengo dudas. Y pienso que bueno, todos esos grupos modernos... hasta que no sé porqué narices uno se mete y... oye, qué buenos son. Los vi en directo medio de chaspi en el Primavera Sound y dije... oye, esto no suena mal, pero no profundicé. Y ahora, por las noches, cuando tengo que hacer algo, siempre hay una canción nueva de Kokoshca para descubrir. Que si La Fuerza, tan así, que si Jon y yo, que si Mami y Mami II, o la de No volveré. La de Sueña con Dueñas, que es una versión del Dream Baby Dream, es brutal, pero no la encuentro, así que nos conformaremos con la de No volveré. Bestial. Es tan La Düsseldorf...
https://www.youtube.com/watch?v=0mYRa3x2taM

Crónicas de conciertos. El sábado pasado fuimos a ver a Hidrogenesse pero no a Espanto. Porque Espanto, a quién le han empatado. Esa me la guardo ya para siempre. Así que sólo vimos a Hidrogenesse. Y bueno, qué podemos decir de un concierto de Hidrogenesse. Presentaban un disco nuevo que todavía no ha salido. Roma, se va a llamar. Tocaron tres o cuatro canciones. Todas me gustaron mucho, pero hubo una que ya tiene pinta de ser otro clásico del dúo, la de Los Viejos. Los viejos son más, los viejos son cada vez más, dale todo tu cariño a los viejos, dale todo tu talento a los viejos. Fantástica. Sin embargo, no encuentro la canción todavía, por lo que escucharemos una de toda la vida, la de Vuelve conmigo a Italia, en su versión Bestiola, claro, que es posible que la haya puesto hace poco, pero ahora estamos en fase 'Vuelve conmigo a Italia', y no hay mucho más que decir. Un concierto la mar de divertido, como siempre. Con sus vocoder a tope. Estupendo.
https://www.youtube.com/watch?v=NvabaeUQxkI

Concierto del Grupo de Expertos Solynieve. El grupo hace como que termina, el Jota se va y empiezan a tocar La reina de Inglaterra, y vuelve a entrar el Jota y ya está liada. De todas las canciones bonitas que tienen los Solynieve, la que más me hace ilusión escuchar siempre es esta. Qué cosas. La reina de Inglaterra y lo que los punkis han hecho con ella. Ea. ¿Cómo será Talavera de la Reina de Inglaterrra? Concierto de los Solynieve en El Prat. Llega al Prat, busca el sitio, encuéntralo, una cervecita o algo, el Concierto. Pues muy bien. Menos sosos que otras veces, con más guitarras más ruidosas. Mucho mejor. Y el repertorio también muy bueno. Cómo estaré que no recuerdo si tocaron Claro y Meridiano, fíjate. Pero La Reina de Inglaterra, sí. ¿Dónde estará Talavera de la Reina de Inglaterra? Muchos modernos y modernas, que hacía tiempo que no estaba yo entre tanto moderno, y luego vuélvete de El Prat confiando en que... en fin.
https://www.youtube.com/watch?v=x4u2VDVV4Fw

Una lenta. Una lenta para acabar. Una lenta de Bob Marley. Pero una lenta de Bob Marley que no es reggae. Una lenta para terminar. Chances are está dentro de esos cds y esas cintas de Bob Marley de antes de que fuera tan y tan conocido. Un compendio de canciones que no te cansas jamás de escuchar y que esconden joyas como esta. Chances Are. Una lenta. Si, claro, canta Bob Marley y ya parece que te vayas a... pero no. No tiene nada que ver. Yo tenía una cinta de Bob Marley, se lo he contado alguna vez, en la que estaban todas las canciones más guapas de Bob Marley. Todas. Y luego estaba la cinta de Roberto y Eduardo, en la que estaban las clásicas. Pero aquella cinta. Dónde andará. Chances are. Qué bonita. Y cómo va acabando.
https://www.youtube.com/watch?v=wyPhbSQfEZs

Nada más. Que pasen un buen fin de semana y no se hagan daño por ahí.

jueves, 16 de octubre de 2014

Grateful Dead - Live/Dead

Tengo la sensación de haber comentado este disco ya antes. De haber hablado de este disco muchas veces, de haber escrito sobre este disco utilizando palabras parecidas a las que voy a utilizar. Si no quieren seguir, están en su derecho, porque puede que tengan un deja vu. Yo lo estoy teniendo. Lo que seguro que he hecho es comentar alguna canción suelta, puede que todas, y que juntando todas las canciones se me haya figurado que el comentario sobre el disco está completado.
Live/Dead es un disco de biblioteca. No se llega a este disco por iniciativa personal, porque te lo compres, por que te lo aconsejen... es por casualidad, porque lo ves en la Biblioteca y, aburrido quizás, piensas que o te tiras de un puente o escuchas música nueva. Grateful Dead, Live/Dead. Tanto Dead no debe ser malo, piensas. Sabes que Grateful Dead es un grupo norteamericano, de rock, de rock que a veces entronca con el country rock, que a veces lo hace con la psicodelia, que a veces. En realidad no sabes nada. Así que lo coges, te lo llevas a casa y...
Entras en esa parte de la música que hemos comentado tantas veces. Música que no te hace bailar, que no te hace mover nada, que te deja atado a un sitio y al mismo tiempo te coloca. Eso. Grateful Dead coloca. El Live/Dead, coloca. Pone. Sin más. Probad.
La primera canción se llama Dark Star, que en condiciones normales duraría unos tres minutos, cinco como mucho, pero aquí no tenemos prisa y nos vamos a los veinte minutos. Los once primeros minutos son tan buenos que en muchas ocasiones, tras su escucha, uno ha querido pasar la canción para delante y no tener que viajar con el grupo por el espacio interestelar al que le conducen después. Muchachos, muy bien, pero yo ya he tenido suficiente con esto. Me bajo aquí y os espero ya en la segunda canción. Porque tras esos primeros once minutos tan buenos, nos vamos de viaje. Así, sin anestesia, para empezar. Lirulirus, ida de pinza, gongs... vamos, que estamos de viaje y como estamos así tan puestos, no tenemos necesidad de marearnos o de ver cosas que no queramos ver. Si no nos parece mal, pasemos al centro del disco. Al centro del CD, ojo.
Porque este disco en su tiempo fue doble, por lo que la primera canción Dark Star ocupaba la primera cara y Saint Stephen y The Eleven, la segunda. Turn on your love light, era canción que ocupaba toda la cara del segundo disco. En el cd, pasabas a la segunda canción y entrabas en el desparrame.
La cosa empieza mientras termina Dark Star, con el punteo de aterrizaje, después de que hemos retomado el estribillo y la letra del comienzo. St. Stephen, la canción que hay que poner todos y cada uno de los días de San Esteban de nuestra vida.
St. Stephen con su rosa. St. Stephen es un cancionazo brutal. Las dos baterías de Grateful Dead. Si. Hay vídeos que lo demuestran. Tienen un batería y un percusionista, que es otro batería. En este trío de canciones centrales, St Stephen, The Eleven y Turn on Your Lovelight, ya podemos bailar y movernos, que los dos baterías no nos dejan parar. El punteo inicial de St Stephen... pone los pelos de punta hasta llevarnos al éxtasis de las dos baterías moviéndose y moviéndonos. St Stephen todavía tiene que ver con el rock y esas cosas, The Eleven ya tiene que ver con ir tocando y con ir enganchando con lo que se pueda. Con Jerry García y sus punteos que acaban siendo más latinos que cualquier otra cosa y que enlazan con la ida de pinza sideral y general de todo el grupo, porque tiene que enlazar. Es lo que tiene saber tocar, supongo. Que no tienes miedo a lo que venga. A que la banda se vaya y tu no sepas si vas a volver o no, porque no te importa.
Y cuando ya nos hemos ido del todo, Turn on your love light. Sin ningún aviso, me rompiste el corazón. Una canción que es un estándar y que podría durar nada, unos minutos y quedarnos tan felicianos, pero no. Dura sus dieciséis minutos, con todo lo que ello conlleva de parones, de momentos de no saber qué hacer, de no poder parar de mover los pies al ritmo de los dos baterías que se van compenetrando, entrando, saliendo, del cantante que improvisa, que va introduciendo nuevos versos, pero que siempre acaban diciendo lo mismo. Turn on your love light. No ves que estoy de rodillas, implorando, pidiéndote que enciendas de una vez la luz del amor...
Y esto seguro que lo he comentado en otra parte, estoy convencido. Busquen en google, que seguro que sale. Pero uno se imagina en mitad de la actuación en directo a uno de los el grupo, al personajazo que ha estado tocando la batería y se acerca al micro ya cansado de escuchar los ruegos y lamentos del cantante principal y dice al micro... 'sácate las manos de los bolsillos y enciende ya la luz del amor'. Y la gente en armas. Y aquí el que suscribe, en armas, esperando durante minutos y minutos, durante casi una hora a que llegue este momento del disco. Una frase. Una mierda de frase dicha por alguien que a lo mejor no es ni el cantante.
Hay páginas dedicadas a Grateful Dead que explican esta frase. Que la recogen. Que no la obvian, que saben que está. Porque esta frase es el disco.
Acaba la canción y para que volvamos al sofá y nos quedemos otra vez en estado contemplativo, tenemos Death don't have no mercy. Los muertos no tienen piedad en esta tierra. Un blues convencional, dentro de lo convencional que puede ser algo en manos de Grateful Dead. Diez minutos, que no tenemos prisa. Una bonita manera de acabar. Aunque no es el final.
Porque el final es Feedback, que es eso, ruido y ruido durante unos ocho minutos más. Y al final, nos desean buenas noches.
Un disco en directo de Grateful Dead que nos hace soñar qué debe haber sido vivir la experiencia de una banda como esta en vivo, una banda que toca seis o siete canciones durante una hora y media y que te deja apabullado.
Concluyendo. Sácate las putas manos de los bolsillos y enciende ya la luz del amor.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Federalistes d'Esquerres en Santa Coloma. Nada no es mejor.

Concluyendo. Si en la sala había tanta gente asintiendo a las reflexiones de los conferenciantes. Si alguna intervención de los ponentes dejaba claro que, de forma evidente, los federalistas somos más, ¿cómo es que España no es ya un Estado federal?
Ya está, muchas gracias por su atención.
Acto de Federalistes d'Esquerres en Santa Coloma. El federalismo es eso que sitúa a una porción de la población en un espacio en el que no somos ni una cosa ni una otra y en el que debemos explicar y explicar que el federalismo es... pues eso, el federalismo. El federalismo es lo difícil de explicar. Lo fácil es lo otro, la nación, la identidad, la lengua, el pasado glorioso, las afrentas, la conquista, o quizás la voluntad de existir de una manera diferente a la de los demás. Se pueden hacer muchos retratos de la situación. Se puede hacer un retrato tétrico y sombrío de los tiempos, o se puede aprovechar la oportunidad. Se puede decir que todo lo que hemos vivido en Catalunya y lo que nos queda, ha sido producto de una gran manipulación, de una estafa en la cual los poderes políticos y mediáticos han creado una ilusión por la cual la gente se ha dejado manipular. Se puede decir que todo ha sido una gran mentira por la cual se ha querido enfrentar a los catalanes contra los españoles. Se puede decir que la Constitución española es un marco incomparable en el que movernos y asentir todos con la cabeza sin más. Se puede decir que, prácticamente, somos un Estado federal, pero que nos faltan unos pequeños matices que con una reforma constitucional a realizar cuando los astros se conjuguen y confiando en que los que asienten tan convencidos hoy pero tan dubitativos mañana, gobiernen. Se puede hablar de hacer pedagogía durante algunas décadas más hasta que acabemos de convencer a esas masas que saben que son federalistas pero a las que les cuesta verlo. Se puede decir que muchas personas, sindicatos, entidades, fuerzas políticas han hecho un seguidismo basado en dejarse llevar por la corriente, sin cuestionarse nada por el qué dirán. Se puede, glups, hablar como hablan otros de la 'mayoría silenciosa', y eso si que me da un poco de reparo. Se puede hablar de que no puede haber nacionalistas de izquierdas. Como poder, se pueden decir muchas cosas.
Pero yo voy a decir lo que a mí me parece. Siendo, como buenamente se puede, federalista, me ha parecido que todo este Procés, o campaña por el Derecho a Decidir que se ha venido dando en Catalunya ha sido una oportunidad que no podíamos dejar escapar. Sí, claro, el grueso del pelotón no era de los nuestros, pero al menos daba la oportunidad para plantear dudas sobre lo que hay. Dudas y soluciones. Si, no. Al menos eso, Si-No. Si a un Estado, a la República Catalana. No a un Estado independiente. Ergo, empujando a los demás a dar un paso adelante. Federémonos. Fedérate con mi tanque, dicen en el otro lado, en el lado indepe. Cada uno da caña como quiere, no nos engañemos.
Yo creo que hemos hecho bien yendo hasta el final con el tema. Hasta donde se pueda y más. Por mover el avispero. Por que dudo mucho que buena parte de las personas que ayer acudieron al acto de Federalistes d'Esquerres lo hubieran hecho si todos hubiera seguido con el Consenso de la Transición, con este Estado apacible de las cosas, con este pacto entre caballeros, con esta imposibilidad manifiesta de que nadie pueda mover un boli sin apelar a la estabilidad, al pacto, al consenso, a no agitar las tranquilas aguas de la nada sin gas. Dudo mucho que muchos de los que ayer asentían tan convencidos lo hubieran hecho si no hubiera habido que definirse, al menos en algo. Al menos, poder ponerse detrás de una bandera. Si es la Federal, pues esa misma.
Muchos de los que ayer asentían y decían que sí, que eso es lo que es, que claro, que el federalismo... deberían preguntarse porqué su partido hace dos o tres semanas votó Monarquía y no República en el Congreso hace esas mismas semanas. Perdón, apenas sé juntar las palabras. Monarquía. Federalismo. Debe ser que se puede ser Federalista y monárquico a la vez. Y de izquierdas. Debe ser eso. Debe ser que debo confiar en que esa supuesta reforma Constitucional que jamás verán estos ojos que se los ha de comer la tierra agusanada, vendrá un día. Como han venido tantas cosas.
Qué alegría ver que la gente se apunta al Federalismo. Sea eso lo que sea. Yo tampoco lo sé. Soy federalista, pregúnteme cómo. Puedo ir a actos independentistas, sin creérmelos, pero jamás iré a un acto unionista, a un acto por el statu quo. Un acto por la nada. Y lo de ayer, por momentos, pareció apelar a una especie de desideratum de algo que casi está ya hecho pero que tan sólo con un pacto constitucional entre no se sabe quién, se conseguirá.
Reformas constitucionales aquí hemos hecho alguna. Derecho a decidirlo todo, dijo una de las ponentes, Laura Freixa, quiero decidir sobre todo. No sobre algo que no me interesa. Artículo 135 de la Constitución, por ejemplo, qué nos parece. Decidir que todo el país va a estar hipotecado a pagar una deuda que no sabemos cómo ni porqué. Decidido, una noche, por el Pp y el Psoe. Asintiendo, claro, claro, es que eso tiene que ser así.
Yo no soy independentista, ni nacionalista, ni lo quiero ser. Tampoco quiero que esto siga como está. Que respiremos aliviados porque ya se ha bajado el suflé. Porque al final todo quede en una pachanga de solteros contra voluntaris. Me da pena tanta gente que se ha ilusionado con algo que puede quedar en nada, otra vez, para décadas. Me da pena que hayamos dejado pasar la oportunidad, nosotros, los del Si-No y los de la consulta legal, acordada, besada, saludada, regia, bonita, claro, cuando podría haber sido la espoleta de algo mejor. Diferente al menos.
Me gustó mucho Carme Valls. España será federal y social o no será. Dio caña. Dijo cosas. No recriminó únicamente. No pintó un escenario dramático. Me gustan los artículos que Federalistes d'Esquerres enlaza de Sergi Pàmies y los de Andreu Mayayo. No me gusta que no me cuenten nada, que nos aplaudamos por estar contentos por ser federalistas sin hacer nada. Sin esperar nada.
Felicitar a Salva Redón por el acto, por la calidad de los ponentes, por el esfuerzo en la difusión de las ideas federalistas. Pero, yo que sé. Me pareció que nos alegrábamos de algo que nos condena a seguir viviendo con el federalismo, el socialismo, la socialdemocracia, el progresismo, la izquierda, en manos de quien no hace nada de nada.
Segunda conclusión. Nada de nada.

martes, 14 de octubre de 2014

Grandes Semblanzas VII - Nicèfor Asdetrons i Plumeta

No tiene que ver con nada en especial, pero por motivos que se nos escapan y casualidades varias, nos ha llegado desde Cardedeu un texto de un tal Josep Ramon Asdetrons, que nos ha llamado mucho la atención. El texto se titula 'La conquista de América' y lo hemos traducido del catalán como buenamente hemos podido. Disculpen los errores.
'Mi tatarabuelo, Nicèfor Asdetrons i Plumeta, había llegado al límite de sus fuerzas. Su vida en el pueblo, en Vilajoana del Mont, ya no tenía sentido. Le habían echado de todos los trabajos, los propietarios de las tierras ya no le contrataban, los amables tenderos no le ofrecían ningún empleo pese a su apostura y buenos modales, en el pequeño taller artesano de espardenyas no lo querían coger ni para abrir y cerrar la puerta. Su futuro se había truncado el día en el que empezó a cuestionarse algunas cosas que parecían inamovibles en el modo de vida de sus paisanos. Nada especialmente relevante, simplemente no seguir los ritmos pautados, ir más deprisa, más despacio, levantarse algo más tarde, levantar demasiado la voz, sentarse en sitios en los que no se debía, suspirar por la persona equivocada, discutir con alguien que tenía posesión de la verdad de todas todas, beber licores de esos que nadie repara que pueden pedirse en la barra de los bares, leer libros que decían cosas que no llevaban a ningún sitio en concreto y no se dedicaban a ensalzar la figura de un mártir o héroe supuestamente popular. De todas esas pequeñas acciones se concluía una sola, Nicèfor Asdetrons no tenía futuro. Y tuvo que plantearse que, pese a que no era especialmente infeliz, notaba que hacía sentirse incómodo a los demás. Prudente y generoso, optó por largarse. Buen viento y barca nueva.
Como su taranná no era convencional ni mucho ni poco, no escogió la más trillada de las salidas en aquellos tiempos, que ahora tampoco voy a detallar cuando debería haberlo hecho más arriba y ya es tarde por lo que tendré que seguir adelante y ya me lo dirán en misas. De poder irse a la Argentina o al Uruguay, destino habitual de los montsinos, Nicèfor Asdetrons, mi tatarabuelo prefirió los Estados Unidos, pese a no tener ni idea de inglés, cosa que tampoco amilanaba a tantos y tantos Europeos que sí que escogieron ese camino y que en cambio nadie se esfuerza en calificar como valientes por el hecho de elegir un país sin un idioma afín. Creo que se me entiende cuando digo esto, ¿no?
Bien. Al llegar a Nueva York, mi tatarabuelo Nicèfor Asdetrons se planteó buscar trabajo en alguna de las múltiples e ilusionantes empresas que entonces, en ese entonces que ahora me cuesta introducir, florecían en América. Una empresa de bebidas le contrató como probador.
La empresa es la hoy conocida como Cocacola, que en aquel tiempo también se llamaba así, aunque su importancia era manifiestamente inferior. Mi tatarabuelo Nicèfor Asdetrons fue de los primeros en saborear el dulce y chispeante sabor (¿?) de la bebida que hoy vuelve locos a niños y mayores. Sus primeras experiencias con la bebida fueron un tanto dolorosas y le provocaron algún que otro mal de cabeza, pero poco a poco fue saliendo adelante y en tanto que fue el primer probador homologado que catalogó el sabor estándar de la Cocacola, recibió durante el resto de su vida una paga excelsa y las mejores consideraciones por parte de los amos de la casa. Pero él seguía siendo una persona rara y aunque los americanos son infinitamente agradecidos con los raros y excéntricos, mi tatarabuelo tenía una deuda pendiente.
Con un capital considerable y ganas de jarana, Nicèfor Asdetrons volvió a su pueblo con la sana intención de montar una sucursal de la Cocacola.
Pero de todos es sabido que el que se fue y vuelve con cosas que aportar es mal recibido si todavía queda memoria entre sus paisanos. Nicèfor Asdetrons i Plumeta vio fracasar su empresa por el empeño de quienes no olvidaban que un día les discutió, suspiró, ralentizó, sonrió y aquí o en Pamplona, ni se perdona ni olvida.
Olvido (y ya es mucho olvidar) decir que mi tatarabuelo Nicèfor Asdetrons i Plumeta se casó en Vilajoana del Mont con una muchacha de origen humilde, familia retirada suya, llamada Remei Dalt Dabaix y que, pese a que por no se sabe por qué demonios, todos en mi familia somos rubios como la cerveza, no tiene nada que ver con la estancia de mi tatarabuelo en América, ni mi tatarabuela Remei era americana como se rumoreó para malmeter ni nada de eso.
En mi casa oímos hablar de Vilajoana del Mont y nos encendemos. Mi tatarabuelo volvió a Estados Unidos, tuvo dos hijos y estos hijos unos nietos y uno de ellos un hijo más que es mi padre que es Delegado de la Cocacola y que fue trasladado aquí, a Barcelona, y tan feliz.
Muchas gracias por su atención ¿eh?

lunes, 13 de octubre de 2014

Círculo Projorelov XVII

Bubianka Nestorova era muy poco asidua a nuestro Círculo. Sus intervenciones eran muy esperadas, porque no contaba nunca nada especial, sus viajes eran bastante convencionales y no solía alejarse demasiado de nuestra ciudad, pero tenía un algo a la hora de contar que subyugaba nuestras conciencias y nos hacía estar horas y horas escuchándola y dejándonos llevar no tanto por lo que decía y lo que nos enseñaba, que todos podíamos disfrutar tan sólo dándonos un paseo por los alrededores, sino por el cómo. Bubianka Nestorova era una mujer de unos cuarenta años, había estado casada con un abogado de la ciudad y al fallecer este por causas desconocidas, se topó con una herencia millonaria ya que el abogado había ligado una serie de contratos y chanchullos varios que cubrieron el riñón de la Nestorova para los restos. Se podía dedicar a lo que más le gustaba, sentarse en su butacón a mirar desde la ventana a la gente pasear y de vez en cuando, ser protagonista ella misma de alguno de esos paseos. 
Aquel día, Bubianka Nestorova llegó algo más tarde de lo que acostumbraba a ser su horario habitual. La Nestorova no acudía nunca después de las cinco de la tarde, pero aquel día apareció a las siete, en un momento en el que nuestro local se encontraba lleno de gente después de que un tal Lucius Begbeller hubiera acudido a contarnos... bah, una historia tan convencional que no merece la pena reseñar. Alguien nos había asegurado que el tal Begbeller... no nos desviemos. 
Bubianka Nestorova fue hacia el atril y tras aclararse la voz con un vaso de agua, comenzó a contarnos su último viaje. 
'Llego ahora mismo de realizar un pequeño paseo, tal y como acostumbro a hacer desde que pasó lo que ustedes ya saben. Mi pequeño paseo de hoy ha sido especialmente interesante. De hecho vengo bastante trastornada con lo que acabo de ver. No sé si han caído ustedes en la cuenta de que en el mundo en el que vivimos hay gente que no es como nosotros. Ya entiendo que la clave de buena parte de nuestros viajes consiste en apreciar las diferencias entre las razas, los pueblos, las costumbres, pero a lo que me refiero y lo que he apreciado en el día de hoy, es que hay gente que, realmente, es muy diferente. Y que está mal. Eso ha sido lo que más me ha llamado la atención. Yo vivo en mi casa, rodeada de comodidades y doy por sentado que todo el mundo, más o menos, tiene cubiertas unas necesidades que permiten que la vida continúe, aburrida, apacible, sin algaradas. Si hubiera realmente una perentoria y alarmante carencia de algo básico, ya nos habríamos dado cuenta, no creen... Y sin embargo, hoy dando mi paseo habitual... 
He decidido no ir hacia los barrios de siempre, pero he vuelto a los lugares que más me gustan y he apreciado algo que me ha trastocado bastante mi percepción de la realidad. Había gente, por ejemplo, esperando a coger comida de unas largas mesas en las que unos voluntariosos jóvenes organizaban paquetes con bocadillos y zumos. Y la gente que recogía esos paquetes no presentaban rasgos demasiado alejados de los que ustedes y yo consideramos decentes. No eran extranjeros. No eran físicamente desagradables. No eran... Ya sé que mi vocabulario puede resultarles ofensivo, pero quisiera que entendieran que me sorprendió ver a personas que en otro tiempo hubieran paseado a mi lado sin que yo las tomara en consideración. Eran personas que estaban recogiendo comida y que, quizás, hace unos meses eran gente con una vida... Sé que las cosas que les estoy contando no son demasiado acordes con este escenario. Pero algo está pasando. No me acabo de creer que realmente la necesidad esté llegando tan lejos. Y que no ocurra nada. Que podamos convivir con la pobreza de la gente sin que se nos conmueva lo más mínimo, que lo demos por sentado, que sea normal. Que junto a nuestro frívolo mundo de viajes y exotismos, de cuentos y copas de coñac exista gente que sólo tiene como objetivo una bolsa con un bocadillo. He sido testigo, lo he visto. Pensaba que era cosa de otros mundos, de otras gentes, de otras latitudes condenadas de por vida a ser víctimas de no sé qué tara que, en otro momento, hubiera llegado a justificar. Pero hoy, lo que he visto me ha hecho pensar. Quizás nada es tan normal. Nada es tan exótico. Nada es nada. Tengo miedo, señores. Tengo miedo de que la vida de un giro. De que mi vida de un giro en un momento, que lo que tengo dado por lo que pasó, un día se pierda y me encuentre en esa fila de gente, ansiando un bocadillo y un zumo. Miedo a dejar de ser una persona normal y respetable. A que nadie tenga que mirarme ni bien ni mal. Qué nos ocurre cuándo nos deja de ir bien en la vida. Lo he visto. A tres manzanas de aquí. Caminando sin más intención que la de airearme y seguir disfrutando de la normalidad. Y he visto eso. Gente pasando hambre. Gente entristecida, derrotada, mustia, sin nada que decir. Quizás lo tengan. Ese algo que decir. No les he preguntado. Quizás en otro paseo les pregunte y venga aquí a contárselo.'

domingo, 12 de octubre de 2014

En la parte oscura

Hay demasiados periodos de desconexión. Rogamos disculpen estas ausencias, pero nos vemos desbordados por el trabajo y las ocupaciones. Los encargados de este espacio nos hacemos mayores, contraemos compromisos, etc. Sin embargo, de vez en cuando tenemos tiempo para recuperar la actividad, así que nos han llegado unos cuantos relatos, destacando este de Uros Facekas, titulado 'En la parte oscura', que nos ha llamado mucho la atención.
'Estoy esperándote escondido aquí desde hace tanto tiempo que a veces pienso que soy una de las estatuas que bordean el puente. A veces creo que soy una de las farolas que iluminan la calle. A veces me parece que soy uno de los árboles que jalonan la calle. Eso es lo que pienso que soy. Estoy convencido de que ya he perdido absolutamente la capacidad de ser otra cosa que el que te espera aquí. En esta calle. Hay luz en tu ventana, voy a asomarme. No me ves. Estoy aquí. A veces creo que alguien me está haciendo daño en los brazos, me duelen. Y me parece que es que me están podando. Seré realmente un árbol. Seré un árbol que se asoma a tu ventana y te contempla mientras das de comer a tu familia. Completamente ajena a que ese árbol que se encuentra ante tu ventana tenga menos ramas. Estoy podado. No puedo ser podado. Yo tengo también mi vida. Cuando ya sé que no vas a salir de casa, me voy a la mía. Yo también tengo que darle de comer a mi familia. Siempre me suelo ir a casa por la parte oscura de la calle, para que nadie me vea. Entro a mi casa y me espera mi esposa. Ella me quiere mucho. Mis hijos sospechan algo. A veces dicen que parezco de piedra. Mis dos hijos, Miki y Jan. me dicen cosas extrañas. Que huelo a tierra. Que a veces estoy tan duro como el mármol. Que me estoy quedando tan delgado como una farola. Un día, incluso, Miki me dijo que si me acercaba mucho a él le quemaba, como si tuviera una bombilla dentro. Mi esposa no sabe nada. No sabe que desde que salgo del trabajo me quedo delante de tu casa esperando. No sé a qué espero. A veces me apago. Noto que me apago y que vuelvo a encenderme. Soy como una farola que jalona la calle. Como una de esas estatuas que adornan la calle. Como esos árboles que han plantado en el puente sin que nadie entienda cómo. Hoy parece que has salido a la calle y me has visto. Me has saludado. Me has preguntado cuánto tiempo hace que no como. Dices que me conoces. Yo no sé si realmente nos hemos visto antes. No recuerdo porqué estoy esperándote ante tu puerta desde hace tanto tiempo. Me das un trozo de pan porque dices que parezco demasiado delgado, como si fuera una farola. Y que huelo a tierra. Cuando llego a mi casa, mi hijo Miki me está esperando con un hacha.'

jueves, 9 de octubre de 2014

El dedito

Canta, sonríe a la gente. Es muy fácil. Es mucho mejor. El dedito. No me molesta que me digas las cosas, me molesta el dedito. Eso es lo que me molesta. No me molesta morirme, me molesta el dedito. El dedito. Eso. Ahí, siempre. Es muy molesto ser súbdito. Entiendo que es muy molesto para una persona que es alguien en todo esto, tener que compartir el oxígeno con toda una serie de seres humanos que a duras penas pagan el cartucho.
- Hola, buenos días. Es para mí un auténtico orgullo inaugurar este hospital. Un hospital con el que XXX avanza en la senda de una mayor calidad de servicios para con sus ciudadanos. Un hospital que ha contado con la confianza de unos inversores que ven en nuestro país un lugar en el que poder confiar (confiar, confiar, confiar). Un hospital que va a contar con los mayores estándares de calidad, para que los ciudadanos de XXX sientan que pueden estar tranquilos. Y con estas palabras cedo el testigo a...
Bueno. Pues esto lo deben tener escrito en alguna parte, pero luego, ay. Déjenles hablar. Déjenles que opinen libremente y sin papeles de sus súbditos. Déjenles que nos digan que les importamos más bien poco. Es más, déjenles decirnos que somos unos idiotas. Que somos tontos.
- Para sacarse el traje no hace falta sacarse un máster.

Una persona se está muriendo. Y otra persona, que es responsable del sistema de sanidad, (supongo, Dikembe), de la Comunidad de Madrid va y dice que bueno, que lo del traje... que si aquel médico es que es muy alto, que si la persona que se está muriendo mintió... y que no le toquen mucho las pelotas, que él ya ha venido comido de casa y que si dimite no le va a pasar nada.
Ese es el tema. Oye, no me toques las pelotas, que yo aquí he venido a pasar el rato, no a que me toques las pelotas. Tocar las pelotas. Callados, callados, calladitos durante un día o dos, hasta que se destapa que la persona que se está muriendo (esperemos que no se muera), se tocó la cara. Ajá. Entonces ya está todo hecho. Culpable.
Somos culpables de estar aquí, en medio, estorbando. Estamos sobrando desde hace tanto tiempo. Y encima el hermano de la persona que se está muriendo sale en la tele con una camiseta en la que se lee Sin Dios, y lleva una trencita de esas... de rojo. Encima son rojos. Encima. No sólo se mueren manchando la imagen impoluta de nuestro país, que tan bien había quedado repatriando a dos religiosos infectados, si no que además, lo aprovechan para decir que tal o cual, tiene que dimitir.
Estamos sobrando. Les estorbamos. Cada vez más. Cada vez de una manera más evidente, los problemas de nuestro mundo son culpa de los que tienen el problema. La culpa.
Yo ahora podría decir que todo esto tiene que ver con el protestantismo, con la Reforma religiosa, con el poder del individuo para regir su destino y para demostrar, mediante los actos, que Dios está con uno. Si me va bien, es porque Dios aprueba mis actos. Si me va mal, es porque Dios no está viendo cumplido su plan conmigo. Si las cosas van mal, es porque estáis haciendo las cosas mal.
Adolf Hitler, cuando ya estaba todo perdido, insistía en que el pueblo alemán, su amado pueblo alemán, no podía seguir existiendo porque no había sido capaz de vencer. Era culpable de no haber vencido. Merecía lo que le pasase, su final, el aquelarre completo.
No, no, no se me está yendo la castaña. Estoy hablando de todo un poco, por aproximar un poco el tema. Por ir acercándome a la conclusión. A la reflexión final. Ahora voy.
Culpables. Somos culpables de lo que nos pasa, porque no estamos haciendo las cosas bien. El ministro, el directivo de la empresa, el consejero de sanidad, el que tiene y el que puede, ese, ese no tiene culpa de nada. Ahora, el que depende de la decisión de otros, el que no ha espabilado a tiempo, el que va por la vida de buena fe sin pretender nada concreto, el que no tiene objetivos claros, el que estaba allí en vez de estar en el escalón de arriba, ese es culpable. Culpable por estar allí. Estorbando. Estamos sobrando. Los del metro, los del tren, los de las hipotecas, los de la reforma laboral, los de la sanidad, los que no pueden ir al colegio caro, esos, estamos sobrando.
Y la culpa es nuestra.
Y a mí no me molesta que me pasen las cosas, a mí lo que me molesta es que me señalen. Con el dedito.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Checa

Fue una de esas noches. Muchas de aquellas noches terminaban bajo el calificativo de regular. Algunos se lo pasaban muy bien y otros nos lo pasábamos más bien mal. El punto medio nos servía. Los que habían estado bien, ya vivían con el recuerdo. Y los que nos habíamos comido los mocos, nos reíamos repasando las anécdotas de los que habían triunfado. Y así esperábamos hasta la semana siguiente.
Pero esa noche fue distinta. Habíamos acudido a una fiesta en casa de alguien, no recuerdo. De aquella fiesta debíamos marchar hacia una especie de casa okupa donde había una fiesta aún más gorda. Como era normal, los tres o cuatro del núcleo duro solíamos proponernos no acabar la noche juntos, pero raro era que no nos apartásemos llegado un momento para reírnos con nuestras bromas, las que sólo nosotros entendíamos, y así desperdiciar una noche más. Otra oportunidad para ver mundo. Para conocer gente. Para dejar de ser nosotros de una vez.
Sin embargo, él tenía la habilidad de poder hacer las dos cosas a la vez. Él podía estar con nosotros y también podía perderse. De repente, se iba a por algo y ya no volvía. O volvía al cabo de mucho rato y nos preguntaba que qué tal chavales. Y nosotros nos relamíamos pensando en lo que nos iba a contar.
Una noche, esa noche, en aquella casa okupa, ocurrió lo mismo. Se nos perdió y tardamos en encontrarlo. Tanto que no pudimos dar con él hasta que se nos ocurrió irnos para casa. Él solía ser el encargado de llevarnos a casa, tenía coche, y nunca le daba miedo conducir. Aquella noche le fuimos a buscar y estaba ya en la calle, sentado en la acera. Le dijimos que nos íbamos, que ya éramos los últimos, lo de siempre.
Fuimos a buscar el coche y nos dispusimos a marcharnos. Como siempre, yo me sentaba detrás. Íbamos recordando lo que habíamos vivido. Lo que contábamos era mejor, siempre mucho mejor, que lo que había pasado en realidad. Fuera bueno, o fuera malo, siempre nos reíamos mucho contando lo que había pasado. Incluso a veces esperábamos al día siguiente para seguir recopilando anécdotas. Lo que habíamos hecho, lo que habíamos visto, lo que había pasado, lo que nos habían contado. Era mejor contarlo que vivirlo.
Esa noche, volviendo en el coche, algo extraño ocurrió. Nadie habló. Nadie contó nada. El coche iba avanzando por la Meridiana y en un semáforo en rojo, vimos que a nuestro lado había un coche exactamente igual que el nuestro. En el coche de al lado estábamos nosotros. Dispuestos de la misma manera. Nos fijamos y estábamos riéndonos y hablando y comentando y cantando canciones de Kojón Prieto y de Tijuana y de Siniestro. Estábamos llorando de la risa porque el A. estaba contando lo mal que le había caído nosequién. Y yo estaba muerto de risa porque recordábamos que el M., que se había ido por otro lado porque ya no vivía con nosotros en santako, había soltado alguna teoría sesuda y sin fundamento sobre cualquier tema, con la certidumbre de que fuera cual fuera el resultado de todo esto, íbamos a perder. Y el Checa conducía el coche y no se despistaba jamás pese a todo el jolgorio. Y estábamos convencidos de que no había ningún futuro para nosotros y aún así nos reíamos porque no nos quedaba otra que hacernos las bromas nosotros. Y a los demás que les fueran dando mucho.
Estábamos allí, en el coche de al lado. Lo vimos y nos quedamos más tranquilos.

Feliz cumpleaños Evander.  

martes, 7 de octubre de 2014

Destrucción del Universo #1

Algunos de ustedes ya lo saben, estoy viviendo unos tiempos de extrema agitación personal. He valorado, he pensado, he reflexionado mucho sobre el tema y esta mañana, tras una agitada noche venga a dar vueltas y venga a dar vueltas, he decidido que el Universo ha de ser destruido. O yo o nadie. Si no es como yo quiero, me lo zumbo. Es así como lo estoy diciendo yo. No quiero volver demasiado sobre el tema de las causas y los motivos, la decisión está tomada y he emprendido el proceso de finalizar la obra que el padre Creador comenzó en su momento.
Así, con las cosas claras y el ánimo dispuesto al menos para terminar de una vez con todo, he desayunado de forma ligera y me he despedido de mi pareja que, descreída, me ha citado para la hora de comer desde su puesto de trabajo. Los niños se los queda mi suegra, por lo que tengo tiempo para hacer lo que tengo que hacer. Me he lavado los dientes, he peinado algo mi melena leonina y he dirigido mis pasos hacia la mercería Isi.
He decidido que sea este y no otro el establecimiento por el que empezar la demolición, dado que si tengo que comenzar por alguna parte, qué mejor que hacerlo desde un lugar en el que me encuentre cómodo, en paz, tranquilo, para poder hacer lo que tengo que hacer. He abierto la puerta y ha sonado la campanita. Ha salido la hija de la señora Isi, que ya ha visto pasar los cincuenta y será siempre la hija de la Isi, persona sin nombre que quizás también ha estimado en alguna ocasión la posibilidad de destruir el Universo y puede que haya sido demasiado para ella, mas no para mí. Yo voy a hacerlo y todo ha comenzado de la siguiente manera. Mañana tengo pensada la segunda parte, ya se lo digo al final, lean ahora esto. No tengan prisa.
- Hola, buen día ¿qué quería?
- Hola, buen día. Pues he venido a por una bobina de hilo que sea de este color. Mi mujer me ha dicho que le enseñe este trocito de tela a ver si encaja.
- Si claro, enséñeme el pedazo de tela a ver y seguro que lo encontramos.
- Aquí está. - Y he sacado del pantalón un trozo de tela granate, lo tengo todo estudiado.
- Bien, será fácil porque con este color vienen bien toda una gama...
- Bueno, espero que sea un color que no chille demasiado luego con...
- No se preocupe, mire a ver si estos...
- Mmmm, no sé. Igual, igual, no veo que haya ninguno. No sé. A ver si con otro tono un poco más fuerte.
- No sé, yo veo que este sí que le puede venir bien.
- Yo veo que no, perdone, mire a ver si otro más fuerte...
- Éste a ver.
- Éste. Éste puede estar bien. Creo que es éste. Bueno, pues no ha sido tan difícil.
- Pues no, no ha sido difícil. Es que son colores que son fáciles de igualar, si hubiera sido otro más chillón, no sé, como un...
- Ya. Bueno, pues muy bien.
- Eso es. ¿Quería alguna cosa más?
Y aquí ha sido cuando he puesto en marcha el plan. Aquí ha sido cuando se ha comenzado a desencadenar el desastre. Este es el momento en el que el Universo canta su canto del cisne. Canta su canto. ¿Ven cómo no merece la pena seguir?
- Pues sí.
Y me he quedado callado mirando un pijama. Un pijama verde. Un pijama verde con un dibujo de un oso que tenía cara de oso joven. Un osito. Un pijama de pantalón verde y suéter verde y dibujo de oso. Me lo he quedado mirando. Me han dado unas ganas terribles de llorar. Unas ganas tremendas de llorar. He llorado. He llorado desconsoladamente mirando el pijama. La hija de la señora Isi, tal y como preveía, se ha unido a mí. Todo encaja. Los dos hemos estado llorando largo rato. La hija de la señora Isi ha cerrado la puerta con pestillo. Ha sonado la campanita cuando ha cerrado la puerta. Hemos estado encerrados llorando un buen rato. La señora Isi quería entrar en la tienda y no podía. Media hora llorando. He acabado de llorar y le he dicho a la hija de la señora Isi que me abriera que me tenía que ir y me he ido.
Ustedes no sé si han notado algo, pero yo estoy empezando a notar cosas. He dejado a la señora Isi gritándole a su hija. Todo empieza a ir como tiene que ir. Adiós. Mañana veré qué.

lunes, 6 de octubre de 2014

Gastarbeiter


Cuando salió nos dijo que todo era maravilloso. Estábamos todos expectantes, nerviosos, nos habían dicho que teníamos que estar allí a las ocho de la mañana y a las siete menos cuarto ya nos agolpábamos en la puerta de la fábrica. Apareció a las ocho un empleado y nos dijo que teníamos que nombrar a un delegado para que entrase y le pudieran explicar lo que se nos pedía. Nos pusimos de acuerdo y finalmente elegimos a Uruk para que nos representase, porque sabía hablar mucho más fluidamente que nosotros y, además, era mucho más simpático que Fernández, que llevaba más tiempo allí pero tenía malas pulgas. 
El tiempo que estuvo allí dentro, lo pasamos la mar de bien. No sé, fueron dos horas y algo las que Uruk estuvo con esa gente hablando. Durante ese tiempo, al principio nadie se atrevía a decir nada, pero finalmente un italiano empezó a hacer chistes sobre lo acojonados que estábamos con el tema y ya se unió a él un portugués, otro español y al final todos, en un alemán pésimo, nos fuimos animando. En un momento, Hari, que venía conmigo, dijo que 'estaría bueno que ahora Uruk, cuando salga, nos diga que lo del trabajo es una mierda y que después del madrugón no vale para nada. Como para pegarle fuego a la fábrica.'. Hubo un cierto revuelo, porque la gente no quería hacer comentarios que provocasen que nos echaran de allí, o que el guardia de la puerta lo escuchara y se pusiera tonto. Pero a todos nos ensombreció un poco el ánimo. 
Al final, Uruk salió y nos pidió unos segundos para hablar. 'Todo es fantástico. Nos quieren coger a todos, nos pagarán catorce pagas y nos darán un mes de vacaciones. Dicen que quieren abrir una planta nueva en el descampado de aquí al lado, pero que la incorporación sería inmediata, que nos enseñarían primero cómo se trabaja y luego nos mandarían a la planta nueva. El encargado, el señor Schnabel, es un tío muy majo. Me ha preguntado que de dónde soy y cuando le he dicho que era turco me ha dicho que ha estado de vacaciones en Grecia y que nos parecemos mucho a los griegos, me lo he quedado mirando sin entender si estaba hablando en serio o en broma, pero me ha dado igual, le he sonreído y ya está. Me han estado enseñando la fábrica y es alucinante. Qué limpio. No se oye casi nada. Parece que están en una biblioteca, más que en una fábrica. Todo el mundo muy uniformado y muy bien. Me han dicho, que tenemos que estar aquí ya mañana a las ocho otra vez, que no nos preocupemos por el vestuario porque ellos nos lo van a dar todo. Que tenemos que traer los papeles y los documentos que tengamos y que nos darán unos carnets y unas tarjetas para que nos identifiquen. Me han dicho que proponga a cinco de vosotros como delegados o subdelegados para que hagan de enlace con la empresa, bueno, que ya seremos todos de la empresa, y que les harán un examen para ver si pueden hacer ese trabajo. Que nos tenemos que sindicar. Que no tengamos miedo porque eso tenga consecuencias en el pueblo, porque nos van a sindicar a todos y en nuestros países ellos ya lo saben. No sé. Estoy muy contento, amigos. Mañana empezamos a trabajar'. 
Nos fuimos a casa y estuvimos bailando y riendo durante todo el día y toda la noche. Al día siguiente nos volvimos a encontrar todos otra vez en la puerta de la fábrica. Se acercó a hablarme Hari un momento, pero no sé porqué, no me apetecía hablar con él.