jueves, 16 de enero de 2014

Villastanza de Llorera VII

Y seguimos con la historia. 'Espantosas escenas en la vida de Quirino Barrantes', de Benito Repojo Ostiz galardonado con un premio de aquellos quedan y que en la solapa de los libros queda bien. Muy bien.
'La comida casa de la prima Poli ya iba rara. Boreal o Vera, Vera y Boreal. En torno a una mesa rectangular en la cocina, bien arreglada, eso sí, se sentaban Poli y Quirino Barrantes en los extremos y el pequeño Jonás en el centro. La prima Poli había hecho para comer un estofado de carne con patatas. Antes de empezar a comer picaron algo y la prima Poli fue la primera en atacar, mientras el niño veía una tele de cocina, de las pequeñitas, un programa de debate en el que unos tertulianos salvaban al país cada cuarto de hora gracias a sus razonamientos. El niño seguía el debate con atención, cosa que extrañó un poco a Quirino. 'Bueno, pues qué haces aquí, primo. Alguna trastada has hecho allí en la ciudad que has tenido que salir huyendo. Cuenta, hombre, cuenta, no ves que si no lo cuentas la gente luego va a pensar cosas aún peores y para qué quieres tú..., va, cuenta hombre. ¿Te ha dejado la Fedra?'. 'Freda, prima, se llamaba Freda... oye está este chorizo está cojonudo...'. 'Si, si, el chorizo, va, cuenta. Te ha dejado la Freda'. 'Pues ya llevábamos algún tiempo en que teníamos algún que otro problemilla. Nada, cosas de la convivencia, ella decía que esto, pues yo que lo otro. Y al final pues nos hemos puesto un periodo para pensar a ver si...'. 'Vamos que te ha dejado'. 'Bueno, no es así, pero...'. Una cosa. ¿Cómo sabía la prima Poli que estaba con Freda, aunque la hubiera llamado Fedra? La prima Poli no sabía de él desde hacía... y que él recordase sus padres tampoco... 'Qué chorizo tan bueno. Oye, y tú qué. Una hija, un nieto... cuántas cosas. Cuenta tú también algo, que aquí parece que sólo tengo vida yo!'. La prima Poli se rió y recogió la mesa para empezar a servir el estofado. Puso tres platos hondos. Sirvió una buena ración a cada uno. Quirino se sorprendió de ver que Jonás, con cinco añitos, se sumergía en el estofado como si tal cosa. Ni pechuga rebozada, ni pollo con patatas, ni hamburguesa, ni espaguetis. Estofado como un adulto.
'Es que mira que eres descastado que no llamaste nunca, ni te interesaste por el pueblo ni nada... pero mira, te diré una cosa, yo tampoco he vivido toda la vida aquí. De jovencita me fui a la ciudad y me casé con un chico. Era muy formal, muy serio, se llamaba Pedreño, Pedro Pedreño, pero le conocíamos por Pedreño en la pandilla. Trabajaba cerca de dónde yo lo hacía, trabajar también. Y mira, de coincidir en los sitios y eso, pues nos enamoramos y me dejó embarazada de Boreal - ¿Boreal?- y nos fuimos a vivir juntos, nos casamos, todo eso. Yo entonces trabajaba pero tenía mucha vida. Ya me conoces, me gustaba la música y todo eso y hacía de cantante en un grupo con otros amigos. A Pedreño todo eso no le gustaba. No venía a vernos ensayar, no se interesaba por nada de eso. Los Desatados, nos llamábamos. Cuando me quedé embarazada dejé el grupo y al poco de tener a Vera resulta que Pedreño va y empieza a venir llorando del trabajo. Era administrativo en un taller. Era muy guapo Pedreño. Empieza a venir llorando todos los días y a decir que Vera no es su hija, que su hija se la han quitado, que yo soy el demonio y que le he embrujado o algo así. Poseído, decía mucho. Me tienes poseído. Cuando Vera cumplió un año, se tiró a la vía del metro. Y me dejó ahí sola con Vera... y bueno, pues he salido adelante como he podido. Cuando Vera creció y se quedó embarazada de Jonás, le dije que me volvía al pueblo y ella, que está tan loca como yo, me dijo que si no me importaba llevarme a Jonás, y aquí estamos'.
Mientras la prima Poli contaba todo esto y Quirino apuntaba mentalmente la nueva aparición de la tal Boreal, el pequeño Jonás no sólo comía estofado de ciervo como si nada, también cortaba pan con una navaja y se servía vino como un adulto más. El estofado, pensó Quirino, estaba buenísimo.
'¿Puedo repetir?'.

2 comentarios:

  1. Oiga, pues eso de que Vera no era su hija, igual era verdad, porque con todo ese lío del robo de bebés ya nadie sabe quién es hijo de quién. A ver si era verdad que se la habían quitado. Lo del demonio ya lo veo más raro, por improbable, pero bueno, nunca se sabe.
    Y a ver si nos va a matar a uno de los personajes de una indigestión.

    Feliz día, monsieur

    Bisous

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  2. Dios mío, Dios mío... retransmitir el amanecer, de peli de los 80's futurista.

    Oiga, qué carácter tirarse a la vía del tren con un año.

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