martes, 17 de diciembre de 2013

Historia Trágica del Rock - Gary Herman

Sin lugar a dudas, es el peor libro que he leído en mucho tiempo. Lo he tenido que ir leyendo poco a poco, a ratos, por algo que podríamos llamar pundonor o yo que sé. La verdad. Me voy a poner yo el primero. Yo soy el primero que puedo llegar a resultar obtuso a la hora de explicar las cosas, de no hacerlas inteligibles, pero este libro... Mi hermano. Se lo regalaron a mi hermano y mientras se lo iba leyendo e iba advirtiendo, 'nen, vaya libro, está escrito fatal, tiene faltas de ortografía, mal traducido... cuando me lo termine te lo paso', y así lo hizo. Para empezar, la traducción es un auténtico desastre. Supongo que Gary Herman no ha traducido este libro, pero sospecho que no lo ha traducido nadie. Que el libro se ha traducido solo, y sale como sale. Tiempos verbales que no corresponden, 'los gente', frases que no se entienden ni leyéndolas dos o tres veces. Ni cuatro, ni cinco. Un desastre absoluto. Los punks son punquetos, el cemento es concreto... ¿Google traductor? Ni siquiera eso. ¿Traducido para el mercado latino? No, no, a otro perro con ese hueso. Está mal traducido, eso para empezar y su lectura se hace insufrible en muchos capítulos. Si el rollo morboso puede salvar el ir pasando páginas en algunos tramos, en otros, cuando habla por ejemplo de los problemas legales y contractuales de Dj's, managers, discográficas, artistas, se hace insoportable. Por no hablar de la confusión de datos y demás, pero ese es otro rollo. Algo que podría ser entretenido, como la muerte de Tupac Shakur, por ejemplo, se convierte una tortura y acaba uno sin saber si Shakur murió por esto o por aquello o por qué. Todo mal, todo confuso, todo sin sentido.
Y errores. Por ejemplo, Bill Wyman no es Hill Wyman. Un error tipográfico, vale, pero más veces... ya es otra cosa. Marc Bolan no murió en un accidente con uno de los Allman Brothers, fechas que no concuerdan, tergiversaciones, cosas que no son verdad. Es cierto que podría dar muchos más datos, pero no he tenido el gusto de ir anotándolos en el libro. Ahí está mi fallo.
En definitiva, el libro consiste en descubrirle al lector que el rock no es lo que parece. Que sus ídolos en realidad tienen un lado oscuro, a veces cutre, que los fans no conocen o se empeñan en no querer conocer. Y ahí está el escritor o periodista para desenmascarar a estos falsos ídolos. Pues muy bien. Desde los pioneros del rock hasta nuestros días, todos han tenido sus problemas con la justicia, con las drogas, con la sexualidad, se han dejado engañar por sectas, han cometido tropelías financieras, han engañado a sus esposas, han jugado con las armas, han sido acusados de satanismo, de violaciones, de muertes... los músicos no son tan sanos como pudiera parecer.
¿Y? Bien contado, el libro podría contar que, efectivamente, los artistas se convierten a veces en lo que detestaron y que, si son hábiles, pueden utilizar esta frustración para su beneficio creativo. Muchas veces pasa, pero no. Aquí nada de eso aparece. No hay valoración positiva de la creación en ningún aspecto, todo pasa por enchufe, por márketing, por cualquier cosa antes que por un talento más o menos válido. Bien, vale, somos tontos, nos hemos dejado engañar otra vez. Gracias, Gary Herman. Todo está mal, todo va mal, todos son malos, tontos, falsos, yonkis, puteros, pervertidos, avariciosos. Estupendo, pero no por ello vamos a dejar de escucharles. Porque a veces, en la tragedia está su virtud.
Resumiendo, si van a unos grandes almacenes, conocen a un amigo al que le guste el rock y quieran hacerle un regalo pensando que van a descubrirse las causas, objetivas, de las muertes de los Santos Hendrix, Joplin, Morrison, Jones, Lennon... olvídense. Tópicos, inexactitudes y un montón de frases y oraciones mal construidas que harían llorar al pobre Laín Entralgo.
Eso sí, las fotos que lleva, que lleva muchas, molan.

1 comentario:

  1. Quejese a la editorial!! En serio se lo digo. La traduccion esta infravalorada.

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