lunes, 2 de septiembre de 2013

Somos los mejores

Supongo que algunos de ustedes, no muchos, pero algunos, deben estar muy ocupados intentando buscarse la vida y subsistiendo como buenamente puedan. Aunque si están leyendo esto es que no están tan mal y pueden permitirse el lujo de pararse a leer como si fueran lords británicos, en aparatos tecnológicos que cuestan un dinerito. Dejen de engañar. Va todo bien y somos los mejores.
En un país en el que no nos cansamos de decir que faltan recursos, que cierran instituciones por falta de financiación, donde se escatiman fondos para intentar llegar a unos objetivos de déficit ciertamente increíbles, una empresa privada, una entidad de carácter deportivo en principio pero con un trasfondo multinacional más que evidente, se permite el lujo de realizar un gasto de unos 90 millones de euros para contratar a un jugador de fútbol que... juega al fútbol. No hace nada más. Bueno, supongo que a alguien le debe parecer además agradable a la vista y por eso hace anuncios que reportan beneficios sin cuento a algunas marcas comerciales... como la que le ha fichado.
¿Pataleta? ¿Si lo fichasen los míos no diría nada? No. Es el detalle. El detalle.
En un país que lo ha fiado todo al empobrecimiento de la gran masa de la población, que sufre un imparable proceso de devaluación interna, con el objeto de que seamos atractivos a los inversores y vuelvan a dejarnos trabajar para sus empresas, nos desmarcamos con un alarde que debe dejar a los que miren el país desde fuera con ojos como platos. ¿Pero este país no estaba al borde del abismo? ¿Pero España no es un país cuyo modelo económico ha hecho aguas? ¿No estábamos en crisis, crisis, crisis...?
Noventa millones de euros, Cien millones de euros. No hay miedo. Invadamos Gibraltar. Que una entidad española haga el mayor fichaje de la historia del Fútbol. Somos los mejores.
Al final se trata de eso. De tener a una buena parte de la población contenta. Contenta de ser los mejores. Campeones de algo. Las motos, los coches, el mayor fichaje. Los huevos más gordos. Contentos. Felices porque podemos ir con la camiseta de nuestro equipo -yo el primero- demostrando que en algo, en lo que sea, somos los mejores. Estamos saliendo del pozo. Pues yo más. Pues no será tan grave cuando el Madrid se puede gastar ese dinero. Dinero hay, lo que pasa es que no lo reparten. Pues para que se lo queden cuatro políticos mangantes, que lo inviertan en cosas que hagan feliz a la gente.
Hoy empezaba el curso político, nuevas revelaciones en el caso Bárcenas, más cosas sobre el Rey, que si el aborto, que si la reforma de las pensiones... ayer en una paella popular nos hablaban de un otoño caliente... como iba a ser una primavera caliente, que venía precedida de otro otoño caliente... nada. Bale.
Bale. Todo va bien. Bale. Todo consiste en alcanzar el sueño que tenía el muchacho cuando era pequeño y vestía una camiseta del Madrid. Bale. Nadie sabe de qué juega pero aquí están mis huevos.
En este país, sea el país que sea, lo que nos sobran son huevos. Se puede hablar y discutir de temas tan interesantes como la malnutrición o la desnutrición... pero no que la entidad más querida por los catalanes se gaste lo que no dice por otro jugador de fútbol que... juega al fútbol. Temas intocables. Tenemos unos huevos muy grandes. Gordísimos. Somos los mejores. Y nos van a dar las olimpiadas otra vez para que sigamos con la feísta, digo, fiesta, muchos años más.
Y vamos a ser los mejores toda la vida. Cueste lo que cueste.

3 comentarios:

  1. Ay, sí, monsieur, yo lo tipificaría como delito. No es concebible que la ley permita destinar esas barbaridades de dinero a jugadores de fútbol que encima solo se pueden permitir un par de clubs, discriminando abiertamente a los más pequeños. Y, desde luego, también a los más sensatos. No es asumible que los niños pasen hambre pero que para fichar a un jugador siempre haya alguien dispuesto a soltar cantidades astronómicas. Le digo que esto es un problema gordo y que tiene que legislarse ya.

    Feliz día

    Bisous

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  2. Pues nada, si el hincha no le importa morirse de gusto viendo fútbol y no comer, es señal de que no anda muy bien dela cabeza. Pero es libre de hacerlo. Al fin y al cabo los clubs (que no me gusta el fútbol pero nada) tengo entendido se financian de sus seguidores y no reciben subvención alguna del estado. Por eso tienen la pasta que tienen. Una pena no tener buenas piernas no para correr sino para jugar:-) La verdad es que yo tampoco lo entiendo
    Un abrazo y buena semana

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  3. Pero hombre Tolya, que eso del fútbol es un negocio. Que no es que al equipo le sobraran esos millones de euros, y dijera: a ver, se los doy a España o al jugador de fútbol.

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