lunes, 6 de mayo de 2013

Friends - Beach Boys

Oh, qué bonito disco sobre la amistad, sobre el estar todos juntos, todos reunidos, la familia, los amigos, como una piña, todos como hermanos, alrededor del fuego, con una guitarrita, seguimos siendo tan cercanos y tan majos después de tantos años. Venga, no pasa nada. Ánimo, que todo va bien.
Friends es un disco de 1968 de los Beach Boys. Después de pegarse la gran torta con el Smile y medio remediarlo con el Smiley Smile y el Flowers, aquí dicen, va, dejémonos de experimentos y de cosas raras y volvamos a ser todos amiguitos sin volvernos locos y haciendo cosas normales. Pero no. Las cabezas ya no estaban bien, y bajo ese jijiji, jajaja, hay un disco que tiene a veces puntitos inquietantes. Como digo, el Smile sale mal, no sale más bien, y Brian Wilson se medio chala. Los demás están cada uno con su película y el insoportable Mike Love se dedica a viajar con los Beatles a la India a hacer Meditación Trascendental.
El disco comienza con una pieza vocal y sencillita que se llama Meant for you, que es de las cosas más bonitas que uno puede escuchar estando vivo. Ya nos anuncia de que va a ir el disco: nada de rollos raros, vocecitas angelicales, tranquilidad y buen rollo. La segunda es Friends, que canta Carl Wilson, el hermano pimpollo, y es la canción del qué bien, estamos todos juntos, después de tantos años, me llamas y ahí estoy, esto es genial... parece que se nos va a subir el azúcar... pero no, la canción es bonita porque sí. Y después viene Wake The World y todo sigue por el mismo camino de felicidad, vamos, que bonito día, el mundo es nuestro yo estaré allí cuando tú me llames. Este disco es así todo el rato, y mola. Un inciso.
Hay un niño que está llorando en el piso de al lado, pero llorando y chillando. Yo aquí escribiendo sobre un disco de paz y armonía, de amistad y felicidad, y a un niño se le está yendo la vida en el llanto.
Seguimos con el mismo todo de 'qué cosa más bonita hay que tenerte aquí a mi lado', con Be here in the morning. Y luego viene When a men needs a woman que ya si, que ya si que si, raya la chorradez y la tontunez. Es una canción en la que parece que el padre le está hablando a su hijito o hijita pequeñita sobre 'de dónde vienen los niños', y el padre se lo explica. En fin, es una canción que hay que pasar y ya está.
Entramos en una fase con algunas canciones que sí que sí que ponen los pelos de punta. La primera es Passing By, que no sé si por eso mismo, por ser instrumental, me parece de las más bonitas. Sólo tiene unos coritos de los angelitos de los Wilson, Jardine y Love, y una guitarrita super beach Boys y esa batería tontuna y simplona que parece que no está. Buenísima canción. El niño sigue llorando. Un pequeño respiro para escuchar Anna Lee The Healer, que decían que estaba dedicada a una masajista del grupo, pero no, era a un sanador de la India o así, y nos vamos a Little Bird.
Dos canciones del hermano 'raro' de los Wilson, Dennis Wilson. Esta de Little Bird es una canción que ya suena diferente a todas las anteriores, porque su voz suena más tristona que las otras. Con unas cuerdas y una batería que se salen. Aunque aparezcan los inevitables gorgoritos. Little Bird look down and sing a song for me. Esta canción me chifla. Y luego otra muy parecida a la primera del disco, pero esta vez cantada por Dennis Wilson, Be Still. Otra cosa pequeñita y guapa.
Busy Doin't nothing es como una bossa, no está mal, pero tampoco es para tirarse los pelos. Y luego, ah, no nos íbamos a escapar después de tanto azúcar del momento 'concreto'. Diamond Head. No hay nada que entender.
Y al final, al final de todo... Trascendental Meditation. Durante unos años, muchos años, metía esta canción en recopilatorios y conversaciones. Trascendental Meditation, los Beach Boys cantando a la meditación, se acabó el surf, a meditar. Algunos de ustedes ya saben por mi atracción, aunque sea folklórica, por estos asuntos, así que esta canción es como hipnótica para mí. La cantan Brian Wilson y Al jardine, qué cosas. La Meditación Trascendental es buena, viene a decir.
El niño sigue llorando. No llora, chilla. ¿No hay nadie en esa casa? ¿Estarán jugando a la play? ¿Qué ocurre?
En fin, un disco muy bonito que tiene unos bonus tracks además muy majos. Escúchenlo si pueden en una mañana esplendorosa. Aunque sea de lunes.
Pobre crío, qué le pasará.

2 comentarios:

  1. Ay, monsieur, yo paso. Usted sabe bien que no los soporto.
    Mire que dedicarles un monográfico!

    Feliz día

    Bisous

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  2. Seguro que en esto de la música estoy más que pez. Entiendo muy poc¡quito y desconozco casi todo que no sea clásico. Pero al menos aprendo aquí:-)
    Feliz semana

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