lunes, 10 de diciembre de 2012

Amor mediterráneo

Nos pasa lo mismo de siempre, que nos liamos y no sabemos cuándo tenemos que decir basta. Quedamos en donde siempre, a la misma hora, nos preparamos cada uno en nuestra casa. Como siempre mi madre me dice que ya estamos con lo mismo, que si no tengo edad, que si podría ya buscarme a una muchacha y hacer una vida normal como la de mi hermano, que si qué vergüenza, que menos mal que solo se nos ocurren estas cosas una vez al año, que no me haga daño. Y yo hago como que no la oigo, pero la oigo, porque se me encoge el estómago de verla ahí, mala, porque está mala, y preocupándose por su hijo pero oigan ustedes, que lo primero es antes y hay que hacer lo que se tiene que hacer. Y ya está. Bien vestido y con la bandurria de medio lado, me voy al bar donde están los demás. Nos vemos de año en año pero las cosas funcionan como la seda. Ni telefonitos de mierda ni ostias, todos los sabemos. Primer domingo de diciembre, a las siete de la tarde. En el bar. A algunos los veo el resto del año, con alguno incluso trabajo en el Ayuntamiento, pero a otros no los veo de continuo desde yo que sé cuándo. Bueno. Al lío.
Es entrar en el bar y empezar con los abrazotes, los cachetes, los pellizcos en la mejilla. 'Qué pasa, tío, qué cabezón se te está poniendo Remiro, qué papada que pareces un buey, Hinojosa, la madre que te parió Gutiérrez si te estás quedando más pelón que mi abuela...'. Qué cosas. Todos los años lo mismo. Nos tomamos unas cuantas cañas y en cuanto nos pedimos el primer bocata de lomo, nos lanzamos a por los cubatazos. El bar es el de siempre, el dueño no ha cambiado, sigue siendo el Señor Tomás, pero ya no está la Lucinda, que era su hija, que era más fea que la revolución rusa y que se largó del bar a trabajar en una oficina porque se creía muy lista e hizo administrativo con lo fea que era. Pero tenía dos tetas y muy buenas tetas, eso sí, y oye, a veces, se echa de menos algo donde dirigir la vista. En su lugar el Señor Tomás había contratado a un camarero que no sé si era moro o de donde. Le dijimos al Señor Tomás que si el camarero podía hacer bocatas de lomo y nos dijo que no hiciéramos bromas. Pues lomo todos, y que cortase jamón, y que le diese un bocado al salchichón a ver si estaba bueno. Qué risas. Qué cara ponía el moro. Que se joda.
Pues al lío. Ya calentitos, a las doce de la noche o así, nos colocamos en formación y avanzamos por la calle. Torcemos por dos o tres sitios y finalmente llegamos al portal. Nos han colocado unos containers de esos justos en el sitio que cogíamos nosotros para... los quitamos. Todavía estamos fuertes. Los dejamos en mitad de la calle y al final con todo dispuesto nos ponemos.
'Dos ardenias para tí, con ellas quiero decir... te quiero, te adoro, mi vidaaaaaaaaa'.
'relón no marques las hordas, porque voy anloqueceeeeeeer'.
'Si adelita se fuera con otro, la seguiría por tierra y por maaaar, si por mar en un duque de guerra si por tierra en un tren militaaaaaar'.
'Lo dudo, lo dudo, lo dudoooooo, que halles otro amor más purooooo'.
'Granadaaaaaaaa, tierra soñada por miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii'.
Y como siempre es cantar... 'Morenaaaaaa, la de los ojos de fuegooooo, la reina de las mujeereeeeeees', y se asoma.
Y ya debe tener sus cerca de cincuenta años, pero sigue siendo la más guapa. Y su marido, como todos los años, se asoma también y con la pistola reglamentaria, nos dispara a uno de nosotros al azar. Y este año no me ha tocado a mí, como el año pasado, le ha tocado a Remiro, en el brazo. Hace tres años también le tocó a él. Le tiene tirria el cabrón del picoleto. Pero nos da igual. Lo aceptamos. Ni denuncia ni ostias. A aguantarse y a joderse, que la chula más guapa de toda la facultad de derecho se quedó con el picoleto. Y los demás, a esperar nuestra oportunidad que para eso estamos donde estamos. Ya curaremos a Remiro como podamos y hasta el año que viene.

5 comentarios:

  1. hahahaha, les tunes no m'han agradat mai gaire... deu ser que no m'ho han explicat bé, com funcionen... :)
    ptns i bona tarda!!

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  2. Ay, monsieur, usted es un crack! "Más fea que la revolución rusa"! Tremendo Tolya. Nunca lo había oído. Pero seguramente no será raro que no lo haya oído, porque acabará de inventárselo usted.

    He disfrutado mucho del relato, monsieur. Solo espero que no termine con una de esas canciones de tuno trasnochado en la cabeza, porque con usted frecuentemente me acaban pasando accidentes como ese.

    Feliz comienzo de semana

    Bisous

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  3. Menudo repaso a la tuna:-)Y lo de Adelita una pasada.
    Un abrazo y buena semana

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  4. Parece que casi se ha hermanado con el fotolog /smartita, por la temática, pero en versión ibérica en vez de china.

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  5. eh? yo no hablo de los tunos! xD

    un amigo mío es tuno. UF. no puedo.

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