miércoles, 24 de octubre de 2012

Serge Gainsbourg - Histoire de Melody Nelson

En tanto en cuanto los jóvenes castores piensan acudir a la proyección del documental sobre Gainsbourg en el Festival Inedit, bueno es recordar uno de los discos, sino el disco, que hace que todos los niños del mundo quieran, al menos un poquito, a Serge Gainsbourg.
El disco es 'Histoire de Melody Nelson'. En la portada, aparece Jane Birkin, su pareja de entonces. Entonces es 1971. Ya han hecho antes un disco conjuntamente, también con la Birkin en la portada, incluso han regrabado Je t'aime, moi non plus, que Gainsbourg hiciera antes con Brigitte Bardot. Gainsbourg ya no es el cantante de café y cabaret, el chansonnier que parecía ser al principio de su carrera y se ha convertido en una estrella pop. Una escandalosa estrella pop. Festival de tópicos en el blog de Elgelidotolya.
Empecemos. El disco es cortito y en realidad, aunque diga que tiene siete canciones, tiene seis. De las siete canciones, dos se repiten. El resto son tan cortitas...
La primera canción es Melody. Empieza el bajo a hacer un punteíto suave. Suave, suave. Y se le van uniendo la batería, y la guitarra eléctrica, y Gainsbourg al cante, o al parloteo susurrón y finalmente la orquesta. Es un disco con orquesta. Dicen que el disco habla de la seducción por parte de un maduro de una jovencita, llamada Melody. La primera canción define el disco. Este es el tono. La primera canción da la medida de todo el disco. Bajo, batería, guitarra, Gainsbourg, violines. Flojito, vamos creciendo. Los punteos del guitarra no son de virtuoso, no están cuidados, son como pequeñas sacudidas. Iba a decir una guarrería, pero paso. La canción va creciendo, Gainsbourg va explicando algo en francés, claro, no le entiendo. Hasta que llega el final de la canción y se para todo. Y Gainsbourg pregunta... '¿cómo te llamas?' Y entonces Jane Birkin contesta 'Melody'. '¿Melody qué más?' 'Melody Nelson'... Y la canción vuelve como empezó, con un minuto y pico más de ruido. Es una canción de siete minutos y medio. El tópico otra vez. De esas canciones que puede tener uno en la cabeza como banda sonora perpetua.
Ballade de Melody Nelson es la segunda canción. Empieza con el bajo punteando otra vez. Qué bajo, papa. Dum, dum, dum dum. Una canción pequeñita. con la Birkin susurrando 'Melody Nelson'. Mi pequeño animal, dice Gainsbourg. Qué tío, amigos. Susurrón, todo bajito, como si se fuera a romper todo de un momento a otro. Y ese bajo para terminar otra vez...
De la balada, al Valse de Melody Nelson. La canción que según cómo estés, te saltas. Te la saltas porque no hay bajo, no hay guitarra, sólo Gainsbourg con la orquesta. Al parecer algunas de las canciones las compuso junto a un señor llamado Jean Claude Vannier. Pues esta no. Recuerdo que en la película que hicieron hace unos años, esta canción salía. Salían casi todas. O no salía casi ninguna. No lo recuerdo. Es un minuto y medio de Vals... Porque luego viene Ah Melody. Otra vez con ese bajo dumdumeando. Qué bajo. Dum dum. El batería tampoco tiene desperdicio. Como si no golpease, sino que acariciase la caja. Ah, Melody. Qué cortita se hace esta canción también. Son tres canciones que no duran nada, que pasan en nada, que dejan una sensación de... paz. Si. Si la intención de Gainsbourg era la de lubricidad, o de ponernos cachondones, la verdad es que consigue dejarme como una malva. Como cuando te acarician la espalda. ¿Les acarician la espalda?
Seguimos para bingo. L'Hôtel Particulaire empieza con el bajo. Si alguien, alguna vez, ha tenido un bajo en la mano y no ha intentado hacer el riff con el bajo... no ha tenido un bajo. Hasta una guitarra vale. Una marcha lenta, está explicando algo. No sé francés. Nuevamente tengo que pedir disculpas porque la letra seguro que dice algo interesante, pero se me escapa. Bajo, guitarra que rasca, bajo dum dum dum, guitarra rrrrrra. Y violines acompañando. Rock sinfónico. Y Gainsbourg. Al que te imaginas con el piti en la mano, sentadito en un taburete, explicando cómo se intenta ligar a la muchacha.
Ya se la ha ligado y hay que pasar a a acción. La canción marchosa del disco. En Melody. Es instrumental. O casi. Sólo se oye a la Birkin reírse. Como cuando te hacen reír. Esto si que salía en la película. O no. O me lo imagino. Hay vídeos de todas las canciones. Eso si. Pero no los puedo ver. Finalmente la Birkin ya no ríe. Parece que se ha vuelto loca. Y la guitarra puntea por primera vez de una forma normal.
Todo se para. Gainsbourg nos explica algo. Empieza Cargo Coulte, que es la misma canción que Melody, pero con otra letra. Y con más desparrame al final. Y con más timbal. Y con coros, para acabar de ponernos en trance del todo.
Un disco cortito, que para lo corto que es, hace mucho daño. Bajo, batería sencillita, guitarra que gime, Gainsbourg que susurra, violines que tensionan.
'tu t'apelle comment...' 'Melody'. Tremendo.

1 comentario:

  1. No tengo el gusto de conecerle:-) Solamente he leído algo sobre el, se que era de origen judio y que se ganaba la vida en Francia tocando el piano en bares.
    Un abrazo

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